Si el Chino se decide, los hermanos Benítez quedarán unidos por los colores de Everton

El Clásico

17/08/2016 - 02:22hs

Leandro Benítez fue inscripto en la lista de buena fe del Decano para el Federal B, torneo en el que el último domingo jugaron sus dos hermanos. El mediocampista, que a los 35 años evalúa ofertas para cerrar su carrera, no descarta la idea de Rodrigo y Mauro, los chicos de la familia

Leandro Benítez, el Chino, campeón de América en 2009 con el Estudiantes de Alejandro Sabella y también ganador de los torneos Apertura 2006 y 2010, deberá tomar una decisión antes de expirar esta semana. Es que el Club Everton lo inscribió en la aventura del fútbol del interior, el Federal B, donde el Decano transita su tercera temporada.

“Está anotado en la lista, pero tenemos que esperar hasta el viernes para saber si arregla o no con un club de Primera o del Nacional B. Debemos tener en cuenta que se trata de su trabajo. Veremos cuál es la decisión de Leandro”, salió a aclarar  Rodrigo Benítez, hermano del Chino y arquero de Everton, de 30 años.

“Para mí sería un sueño hecho realidad, y para mis viejos también, porque podrían vernos a los tres juntos en una cancha”, dijo Mauro Benítez (26), el menor del trío. Hasta 2001, cuando el Chino se hizo profesional, vivieron bajo el mismo techo, en la casa que adelante tiene una panadería, en la ciudad de Berisso.

Leandro (en 1981), Rodrigo (en 1985) y Mauro (en 1989) fueron llegando al mundo fruto del amor de un matrimonio que sigue haciendo del trabajo y la unión sus dos pilares. Julia y Oscar, de hecho, continúan asistiendo a cada partido de sus hijos, como cuando estos eran niños. “Estuvieron toda la vida detrás nuestro. Hubo sábados en que Mauro jugó temprano, a la tarde me tocó a mí y a la noche lo hizo Leandro en Quilmes o en Estudiantes, y estuvieron en los tres lugares. Ahora quizás tengan que ir a una sola cancha: ¡la de Everton!”, se ilusiona Popi, el único que sigue viviendo con sus viejos, ayudando en el reparto de pan. 

Sin embargo, le confiesa a Hoy: “No podemos ser hipócritas y decirle a Leandro que deje sus cosas para venir con nosotros. El fútbol es su trabajo, el ingreso para su familia, y él todavía anhela estar en el ruedo de la competencia profesional. Hay que respetarlo”.

Si bien es concreto que este crack del fútbol argentino todavía no se entrenó nunca con Everton, existe el antecedente de que hace un año y medio, durante las vacaciones, Leandro pidió permiso en ADIP para moverse en el predio de Castells, donde jugó seis años Mauro, el mismo que acaba de debutar con los colores del Decano en el certamen donde se pondría la “10” el zurdo. 

Rodrigo y Mauro ya jugaron para ADIP un Federal C. “Mauro me llevó para ADIP y ahora yo lo llevé a Everton”, recordó Popi. “Si Leandro llega a decir que sí, hay que hablar con el último club donde estuvo (Guaraní Antonio Franco), pedir permiso y arreglar los papeles para que quede habilitado. Si dice que no, hay que llamar al Consejo Federal y avisar que fue dado de baja”.

La pelota es solo del Chino. ¿Qué decidirá?

Otros tríos 

Cuando el fútbol argentino “estaba en pañales”, los hermanos Brown eran palabras mayores, y llegaron a integrar el Alumni AC y la Selección. Carlos, Jorge, Ernesto, Alfredo y Eliseo marcaron la historia. También lo hicieron en 1935, en Estudiantes, tres hermanos: Raúl, Roberto y Delfor Sbarra.

Además, existieron los tres Maradona (Diego, Hugo y Hernán), los Islas (Luis, Pablo y Daniel), los Bochini (Ricardo, Dante y Hernán), los Solari (Santiago, 

David y Esteban) y los Schiavi (Rolando, Fabio y Leandro). En los 80 hubo tres Dely Valdés: Armando, Julio y Jorge. Más cerca, los Zárate dieron forma a un cuarteto, con Sergio, Ariel, Rolando y Mauro.

En la Liga Amateur, en los años 2000 jugaron para Unión Vecinal de Etcheverry los Jaime (Roberto, Hugo y Cristian) y los Moleiro (Martín, Damián y José). De Berisso y sangre albiazul son los Romero, encabezados por Sebastián, quien es escoltado por Pablo y Cristian, pero los tres nunca jugaron juntos. Eso sí: Chirola y Pablo jugaron un partido en la Reserva de 1992, en un Vélez 2-GELP 2.

“Este club hace todo a pulmón, los jugadores pintamos el predio”

Luego de jugar un año en Midland, a fines de 2013 Rodrigo Benítez se sumó a Everton, club en el que conoció a gente que no le costó adoptar como amiga. 

“Apenas llegué, advertí la calidad humana y el compromiso institucional de todos los que están movilizados por Everton”, dijo el guardameta. 

Como prueba, dio un pequeño ejemplo: “El día anterior al amistoso con la Reserva de Gimnasia nos juntamos los 40 jugadores para pintar el predio y arreglar los alambrados. Acá no es como en otros clubes donde el dirigente pone plata y dice: Hacé esto, traeme a este jugador. No cobramos un peso, pero hacemos lo que nos gusta, rodeados de gente que siente cariño por la entidad. En el Federal B somos amateurs pero competimos con jugadores que cobran casi como en la B Metropolitana o el Nacional B. Lo que suple todo eso es el eslogan que llevamos: ‘el orgullo de pertenecer’. El club es prioridad”.

“Me hubiera encantado que la Brujita y Alayes vinieran a Everton”

La noticia sobre la firma de Juan Sebastián Verón en Estrella tocó de cerca a los hermanos Benítez, ya que los tres jugaron allí y el padre fue entrenador de una de las categorías infantiles más recordadas: la 1985.

“Son las cosas que hacen grande a la Liga, que levantó mucho el nivel, a pesar de que se había desviado de la esencia por hechos de violencia. Lo de la Brujita o Agustín Alayes hace que el nivel crezca. Pero me hubiera encantado que vinieran a Everton”, tiró entre risas el entrañable Popi, cuya primera camiseta fue precisamente la de La Cebra en LAFIR.

En su carrera, no le faltaron hazañas: subió con Deportivo Coreano de Lobos al Argentino B y estuvo en el único título de Villa San Carlos en la C.