Unión Vecinal hizo vibrar a todo el pueblo de Etcheverry

El Clásico

30/08/2016 - 02:04hs

Un grupo amateur puro se dio el gusto de ganar el Apertura de la Liga Chascomunense, donde muchos rivales están rentados. Festejaron con la Copa en Hoy y ya piensan en ir al torneo Federal C en 2017. “No vamos a volver a la Liga Platense, estamos bien en estas canchas”, avisaron

Los ojos de Facundo Olavarría se llenaron de lágrimas. Hace no mucho tuvo que dejar la actividad precisamente porque había riesgo de perder la vista. Lo ayudó una operación y del club nada ni nadie lo sacó. Finalmente, el domingo gritó como un niño el “dale campeón”.

También se volvió borrosa la vista del DT, Gabriel Fernández. A los 30 años estuvo al frente del plantel y aún no sabe cómo explicarles a sus tres hijos, a los que hizo hinchas del Pincha, cómo es que festejó más el título de la Liga Chascomunense que la mismísima Copa Libertadores. 

“Sí, sí, señores, yo soy UVE…” La vuelta olímpica del modesto Unión Vecinal de Etcheverry fue en el Estadio Municipal de Chascomús, donde los equipos de allá saben comerse crudos a los rivales. Sobre todo el Atlético, equipo al que dejaron atrás los de Etcheverry. Un 2 a 2 que fue la gloria en el marco de una película llamada final que había empezado el domingo 21 en el oeste platense.

Más relajados, con camisetas y algunos buzos donde se aprecia una “estrella” (logo de la institución), visitaron el diario Hoy con la bella novia, ese trofeo inmenso que pasó por las manos del mismo Atlético, de Deportivo, de Unión Deportiva, de Tiro Federal, de Lezama FC, del Club Belgrano, de Agrupación El Salado, de Atlético Ranchos, de Atlético y Progreso, de Las Mandarinas, de Villa Garibaldi, de Unión y Fuerza, de Sport Club, de Racing de Bavio, de Juventud Unida y de Verónica.

Pero faltaba el azul y blanco de Etcheverry, que ya lo había intentado en 2009, en el primer año que entró a la liga “de la laguna” después de una década larga en la Liga Platense. 

Valores morales

En ronda, con respeto y caras que denotan juventud, los jugadores de la Primera empezaron a tirar virtudes que llevaron al grupo a lo más alto. “Unidad”, “garra y corazón”, “esfuerzo”, “dedicación”, “compromiso”, “familia”, “compañerismo”, “sentido de pertenencia”, y la que más se oyó: “amor por la camiseta”.

Además, algún valor individual, como el negro bravo de José Hornos, próximo a cumplir 33, quien supo campeonar en otras dos ciudades: con Estrella de Berisso y en Mosconi de Ensenada.

No volverán a la Platense

Un tramo de la nota fue para evocar el pasado en los torneos de La Plata, pero la coincidencia fue unánime: “Estamos bien acá, grandes equipos, buenas canchas y sin límite de edad”. 

La gran mayoría es oriunda de esas calles donde el silencio es sinónimo de gente laburando las quintas, en los invernaderos. Una plaza y una estación donde hace tiempo se detuvo el tren. Como se detuvieron una vez sus sueños de ser más que Everton, que Estrella, que eran los clubes con los que peleó antes de embarcarse en la competencia con otros distritos. “Es más, en 2008 salimos terceros, un campeonato que ganó Brandsen”, precisaron.

Sin lugar a dudas que entre tantos tipos felices, en la redacción hay ojitos que brillan más contentos, como si decir “Unión Vecinal” fuera nombrar a sus padres. Y algo de ello hay realmente en Emmanuel Moleiro y Franco Moleiro

El próximo sábado estrenarán un vestuario, pero además habrá varias sorpresas en el campo de 52 y 229.