02/07/2014 - 09:29hs
"No sabés lo que fue el vestuario, un desahogo tremendo", dice un integrante del cuerpo técnico en las entrañas del Arena Corinthians, tras la agónica clasificación a cuartos de final de la selección. Rostros felices, algunas voces afónicas. La alegría brota de los poros de los futbolistas argentinos, tras 120 minutos cargados de tensión y dramatismo.
"El enano desequilibró y el flaquito estaba en el lugar justo para embocarla", describe Sergio Romero la jugada que desató la locura. La vio desde el otro arco, a casi 100 metros y celebró con todo. "Pensé en jugármela. Pero vi que apareció Fideo y decidí dársela a él y pudimos festejar", contó Messi. Di María describió: "Leo venía con la pelota y él decide a quién dársela. Yo la toqué al otro palo"
Entonces, estalló el estadio. Los hinchas, los jugadores. El Fideo lo recuerda: "Fue una emoción muy grande ver a todos correr hasta el otro lado, ver al Kun (Agüero) venir corriendo lesionado. El grupo está muy bien, los 23 dejamos la vida dentro de la cancha".