Incendios en Brasil: más de dos millones de hectáreas destruidas

El Pantanal, uno de los ecosistemas más ricos del mundo en cuanto a su biodiversidad de flora y fauna, perdió el 85% de las 109.000 hectáreas.

Desde comienzos de año, hubo más de 15.000 incendios en la región brasileña de Pantanal, el mayor humedal del mundo. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), en los primeros 16 días del corriente mes se registraron 5.603 focos de calor, superando el récord de 5.498 incendios que fueron detectados en septiembre de 2007.

Si bien aún faltan tres meses y medio para terminar el año, el Pantanal acumuló un total de 15.756 incendios entre el 1° de enero y el 16 de septiembre. “El área quemada este año ya alcanza el 22% del Pantanal”, dijo Alice Thuault, directora adjunta del Instituto Centro de Vida (ICV), una ONG que monitorea la deforestación y los incendios en el ecosistema.

Desde el INPE señalaron que hasta la semana pasada se habían destruido 2,35 millones de hectáreas de vegetación, casi el 16% de la región brasileña del humedal que el gigante sudamericano comparte con Bolivia y Paraguay.

El Pantanal, uno de los ecosistemas más ricos del mundo en cuanto a su biodiversidad de flora y fauna, perdió el 85% de las 109.000 hectáreas del parque ambiental Encontro das Águas, uno de los atractivos turísticos de la región, donde se concentra el mayor número de jaguares del mundo.

Asimismo, el humedal tiene aproximadamente 600 especies de aves, 124 de mamíferos, 60 de anfibios y 80 de reptiles.
“El desastre en curso en el Pantanal no tiene precedentes, pero podía haber sido mitigado. Desde finales del año pasado había indicios de que la sequía sería grave, y el propio INPE lo advirtió. Faltó planificación e integración”, aseguró Thuault.

Si bien Brasil afronta la mayor sequía en los últimos 47 años, desde la organización SOS Pantanal estiman que más del 90% de los incendios de este año fueron provocados por personas interesadas en ampliar las tierras destinadas a la agricultura y ganadería.

Frente a este panorama, distintos gobiernos y asociaciones
ecologistas criticaron la política ambiental del presidente Jair
Bolsonaro. En este sentido, Rubens Ricupero, director de la Fundación Armando Alvares Penteado, aseguró que Brasil se encuentra ante la más grande ola de presión, externa e interna, de su historia. “En 80 años nunca vi eso: una presión con convergencia externa e interna que une ONG, grandes empresas, bancos y hasta gobiernos”, concluyó.

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