Rolling Stones en La Plata

Es sólo rock and roll pero del más bueno y puro

Espectáculos

08/02/2016 - 11:00hs

Por Vanesa Odino

Ante un Estadio Único colmado de fanáticos, la banda inglesa dio muestra de que son los “reyes del rock”. El miércoles 10 y sábado 13 continuarán con su Olé Tour en la ciudad de los diagonales

El Domingo 7 de febrero podría haber sido como cualquier domingo de verano en La Plata. El calor de la tarde aplastante, la humedad que te pegotea cualquier vestimenta y unas nubes amenazantes eran parte del paisaje. Pero si uno comenzaba a andar las calles cercanas al Estadio Único platense –desde avenida 7 ya se sentía una extraña vibra- podía ver una caravana incesante de gente colmando la rambla, las veredas, agolpándose en puestos improvisados de comida donde la grasa chisporroteante de un buen pedazo de carne largaban ese olor que activa las papilas gustativas. Agua a la boca, literalmente. Es que ese no era cualquier domingo, en La Plata tocaban los Rolling Stones y eso, se sabe, será legendario.

A poco de que comenzara a tocar La Beriso –la primera banda soporte- una copiosa lluvia amenazó con amainar la fiesta que se estaba gestando a las afueras del Único. Lejos de que eso suceda, el agua avivó al público que comenzaba a enfilar hacia los accesos del estadio. Era tanta la emoción de los fans que cuando Andrés Ciro Martínez –quien por segunda vez tuvo el honor de ser telonero de los Stones- y su banda los Persas salieron a tocar, bien podría decirse que el estadio estaba completo. El exlíder de Los piojos arengó al público al repasar sus clásicos Ruleta, Tan solo y Como Alí, tema con que dio por terminado su show.

Enesemomento, Charly García hacía su aparición acomodándose en la platea mientras el público platense aplaudía de pie. Fabián “Zorrito” Von Quintiero, que el viernes por la noche junto a García tocó en presencia de Mick Jagger y Ron Wood, también fue de la partida junto al exgobernador de la Provincia Daniel Scioli.

Alrededor de las 21 horas la lluvia había parado y la gente comenzaba a preguntarse cuándo saldrían a escena Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts. “¿Qué pasó con la puntualidad inglesa?”, se preguntó un hombre mientras en todo el estadio se escuchaba “Oh, vamos los Stones”, coro que pudo oírse durante todo el recital.

La Plata se sintió bien

Diez minutos después de las 21 horas las pantallas laterales y el centro del gran escenario que recorrerá Latinoamérica se encendieron con la presentación y gráficas de un mapa que tenía de epicentro a la Argentina. Segundos más tarde y como un aluvión Jagger y compañía salían a escena. Start me up, todo un himno “rollinga” daba el puntapié inicial a una noche que estuvo colmada de clásicos y algunos b- sides. Enfundado en pantalón y remera negros y un saco verde, el líder de los Stones pisó el escenario con una energía que se iría incrementando mientras avanzaba el show. “Hola Argentina, hola Buenos Aires, hola muchachos”, fueron las primeras frases que salieron de los labios de Mick mientras comenzaba a entonar It’s only Rock ‘n’ Roll (but i like it).

En su cuarta visita a la Argentina (las previas fueron 1995, 1998 y 2006) la banda volvió a dar pistas de la complicidad que mantiene con el público argento que estaba atento a cada gesto y a cada palabra. “Es la primera vez que tocamos en La Plata. Tardamos tanto en llegar que pensé que íbamos a Montevideo”, arrojó Jagger en un entendible español.

Tumbling dice y Out of control continuaron en la lista mientras un frenético Jagger se movía por la pista sacándose las prendas que le daban calor. Acción que Keith, y Ron imitaron mientras el frontman pedía atención para develar la canción que el público había votado en la Web. Street fighting man sonaba a pleno.

Una joven Angelina Jolie comenzó a pavonearse en las pantallas laterales del escenario. Sonaban los primeros acordes de Anybody seen my baby y Jagger le preguntaba al público: “Are you feeling good? (¿Se sienten bien?)”, pregunta que replicó en varias ocasiones recibiendo con una sonrisa en la cara el “yeah” de los fans. Wild horses del  álbum Sticky fingers (1971), fue uno de los puntos fuertes de la velada, en donde las energías se iban cargando más y más mientras el grupo era apoyado por el bajo de Darryl Jones; los teclados del virtuoso Chuck Leavell y Matt Clifford; los vientos de Tim Ries y Karl Denson; y los coros de Bernard Fowler y Sasha Allen.

La agitación del momento dio pie a que Jagger presentara a sus compañeros y dejara algunos comentarios: “Fuimos a Caminito, bailamos tango y comí un choripán con chimichurri", relató el cantante. Luego, un emocionado Keith Richards alcanzó a decir “Los amo de verdad. Son un público increíble”, mientras era ovacionado por todo el estadio. Al “Olé Olé, Olé, Richards, Richards”, le siguió Can’t be seen with you y Happy, temas interpretados en soledad por el músico.

Los cambios de vestuario continuaron durante toda el show mientras el beat furioso de Watts –quien se mantuvo fiel a su estilo con una camiseta blanca- anunciaba lo que se vendría: Paint it black, Honky Town women, Midnight rambler –momento en que Jagger aprovechó para tomar su armónica- . Miss you, tema que puso a todo más de 50 mil fans a bailar y Brown sugar cerraron definitivamente el set.

Recta final

Teñido de un rojo total y con excéntricas gráficas, símbolos satánicos, mandalas y cruces, el escenario se preparaba para el último tramo del show. Un Jagger encendido con una capa negra y roja de plumas se contoneaba. Con andar de pantera y demostrando que a los 72 no tiene nada que envidiarle a ningún pibe de 20, el músico desplegó todo su encanto. De fondo Sympathy for the devil ensalsaba todo el momento seguida por Jumping Jack Flash.

A la fiesta a la que se habían sometido gustosos los miles de fans stones le llegaría su final de lujo: You can’t always get what you want, seguida de, Satisfaction dieron cierre a la primera noche en la que sus Majestades Satánicas marcaron un hito en nuestra ciudad. El miércoles 10 y sábado 13 volverán gustosos de saber que sin dudas La Plata alberga al público más “rollinga” de la Argentina.

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