Milena Salamanca: “Volver a Cosquín siempre es emocionante”

Milena Salamanca tiene 20 años, nació y vive en La Plata. Pertenece a una familia hermanada con la música popular, posee un talento innato y tiene una formación artística en constante evolución. Estudia danzas contemporáneas pero también baila folklore, toma clases de canto y terminó el secundario en la Escuela de Bellas Artes de la UNLP. Además, toca cuatro instrumentos: chelo, piano, bombo y sikus.

Milena ganó en enero de 2012 el Pre-Cosquín en la categoría solista vocal femenina como miembro de la delegación de Alejandro Korn. Gracias a ese logro, subió al escenario Atahualpa Yupanqui y fue elegida revelación. Ovacionada ante más de 14 mil personas, se lució con dos temas: el vals "Esperando a mi madre", de Jorge Viñas y Suma Paz; y la canción "El surco", de Chabuca Granda.

En su casa, la “Casa de Cultura y Peña La Salamanca”, sostuvo: “Primero quiero que me conozcan como persona y después con el tiempo que se vayan enterando que me dedico a la música y al arte en general”.

Orígenes: “Me crié en un ambiente de música, artistas y peñas”

Claramente influenciada por la música andina y latinoamericana, explicó: “Me identifica porque es parte de mis orígenes. Es un estilo simple y sensible que se centraliza en Jujuy, Bolivia y en las sierras de Perú, empleando diversos instrumentos autóctonos”.  Su papá Luis Salamanca, conocido músico de instrumentos de viento, es oriundo de Jujuy. Mientras que sus abuelos paternos son de Bolivia y su abuelo materno es un reconocido intérprete de Colón. Al hablar sobre su infancia, la cantante recalcó: “Me crié en un ambiente de música, artistas y peñas, en el que crecí, aprendí y entendí cosas de la vida social”.

Consagración: “Para mí fue un orgullo para toda la familia”

A casi dos años de su consagración, Milena recordó a Tiempos: “Para mí fue un orgullo para toda la familia, un premio que no fui a buscar. Yo había arrancado a cantar hacía un año y medio o dos, la prueba de fuego era si ganaba hacerme cargo de que estaba haciendo las cosas bien”. Y destacó: “El festival por todo el peso que tiene, por todos los años que lleva y la mística que irradia es importante. Y no deja de serlo pese a que sea difícil a veces defenderlo por el hecho de que existen ciertas infracciones en cómo llegar a tocar a Cosquín”.

De giras y tocadas

Antes del premio, en el 2011, visitó Chile con Illapu. En el 2012, después de ganar, brindó conciertos en Perú y en el 2013 realizó presentaciones en Venezuela y Surinam: “Todo el tiempo hay propuestas para salir afuera del país pero son viajes de última hora, a veces coordinaciones que no son por cuenta nuestra y otras que se programan con el tiempo”.

Milena volvió al escenario mayor de Cosquín en el 2013 y el 2 febrero de 2014 se subirá por tercera vez: “Volver a Cosquín siempre es emocionante, estar, ser parte, subirse al escenario, es el sueño de todo artista, con todo lo que hoy significa. Con sus pro y sus contra, sigue siendo algo muy importante, un espacio poco usual para todos pero reconocido en todo el mundo. En ese marco, subrayó: “a veces el Festival te castiga justa e injustamente, tanta gente hay con talento y tanta otra que igual se sube. Para mí estar y subirme a Cosquín por tercer año consecutivo es un logro importante”.

Intérprete con estilo propio

“Al ser cantora, uno hace que la música que interpreta sea de uno. Existe cierto juego en eso. Por lo general todos se sorprenden al escucharme, consigo atraer a personas de todas las edades y eso es increíble. Al observar que desde una niña hasta un señor grande se emociona sin conocerme, eso para mí es el mayor reconocimiento”, manifestó. Por lo general, “con las canciones que interpreto la gente logra llevarse una grata sensación de lo que hago, pudiendo identificar un cierto estilo en mi voz e interpretación”.

Proyecto 2014: “Karallanta”

Para finalizar, Milena adelantó que está trabajando en su primer material discográfico: “Espero que en 2014 logre sacarlo de una vez. Se llamará Karallanta, y los temas rondarán en un estilo andino latinoamericano y también de aquí de la zona argentina”. El nombre hace alusión a una flor de las montañas que resiste a los cambios del clima.

Sus planes para este año “consisten en presentar el disco en el Teatro Municipal Coliseo Podestá de La Plata, salir a tocar a nuevos lugares, agrandar el publico, y crecer constantemente en el estudio tanto como en el canto, la música y la danza. Y tal vez volver a nuevos países, tengo propuestas para ir a Venezuela (nuevamente), Colombia, y México”.