Amel, el legado del clan Spinetta

Gustavo, hermano del Flaco, y su sobrino, Gonzalo Pallas, son los líderes de este proyecto musical. El grupo procura continuar por la misma senda que el recordado Luis Alberto

La historia de la formación musical se inició en 2006, cuando Gonzalo Pallas salía del colegio e iba a pasar las tardes a la casa de sus abuelos. En ese contexto, su tío, Gustavo Spinetta, baterista del histórico disco Artaud y percusionista en Illya Kuryaki and the Valderramas, lo invitaba a tocar la guitarra y a disfrutar de los momentos de ocio. Tiempo después, comenzaron a sumarse otros amigos y nació este proyecto musical que se identificaría como Amel, en homenaje a un gato persa, mascota de Gonzalo. 

La banda fusiona diferentes estilos e influencias basadas en el rock, pop, funk y jazz. Además de estar integrada por Pallas (voz y guitarra) y Gustavo (batería y percusión), el conjunto termina de conformarse con Francisco Zunana  (guitarra), Facundo Vidal y Lautaro Martínez (teclados) y Pablo Castagneris (bajo y coros). Estos amigos que decidieron unirse para disfrutar de la música provienen de familias en las que el arte siempre estuvo presente y es lo que han elegido como estilo de vida. Entre los trabajos cosechados hasta el momento, esta agrupación logró lanzar al mercado dos álbumes llamados Amel (2012) y 2853 (2015). Durante una charla íntima con este medio, Gonzalo Pallas habló sobre la experiencia transitada, los preparativos para el próximo disco y los detalles sobre la presentación de esta noche a las 22, en calle 55 entre 13 y 14. 

—¿Cuáles son los proyectos que se traen entre manos para este año?

—A principios de enero comenzamos a grabar lo que sería nuestra tercera producción discográfica, estamos trabajando en este material para que esté listo para mostrarlo y eso sería más o menos para fines de abril. En ese contexto, salieron 14 canciones y teníamos más, por lo que ahora resta organizar cuáles van a salir y cuáles no. Tenemos algunos nombres estimativos, pero aún no decidimos cuál será. Seguramente surjan otros. A la vez, guardamos algunos temas para lo que sería un cuarto álbum. También vamos a seguir presentando 2853, que tiene un montón de composiciones porque es un disco doble, que tiene lado A y B, y aún tenemos mu­cho que mostrar de esta producción. 

—¿Cómo será la presentación de hoy en La Plata?

—Vamos a ir con todo. Tocamos en La Mulata. Habrá un repaso por los discos y temas nuevos que ya tenemos ganas de tocar y que son más acordes al momento que estamos viviendo. Queremos mostrar más de lo que venimos haciendo porque, quizás, las canciones anteriores quedan más antiguas al sentimiento del músico.

—¿Pueden vivir solo de la música o tienen otras actividades económicas además de la banda?

—Hay de todo. Cada uno, más allá de Amel, tiene otros trabajos. Obviamente que sí se puede vivir de la música, pero hay que tener perseverancia, mucho amor y bancarse cosas. No es fácil pero tampoco imposible. Es tiempo en este mambo, perseverar en el ruedo. 

—En este tiempo transitado sobre los escenarios, ¿qué relación lograron construir con el público?

—Cada vez nos damos a conocer un poco más. También tiene que ver con que Amel tiene 10 años. El público va variando acorde a las edades de todos nosotros. Creo que, por suerte, vienen más personas porque se va corriendo la bola y la banda se va dando a conocer.