entrevista
Aura Garrido: “Me atraen más los proyectos que reflexionan o indagan sobre quiénes somos y cómo vivimos”
La exitosa actriz se suma a la distopía que produce Álex de la Iglesia y que pone la mirada en la manipulación de los cuerpos.
Como Valle en Santuario, la nueva serie de Álex de la Iglesia y Atresplayer Internacional, Aura Garrido revela su costado más impredecible en un rol desafiante. Para saber más del proyecto y sus orígenes en la actuación, hablamos con ella en exclusiva para Argentina.
—Naciste en un hogar en donde el arte estaba presente, pero ¿desde siempre supiste que querías ser actriz?
—Siempre quise ser actriz y a la vez me planteé mil otras opciones. Me gustaban tantas cosas que creo que actuar era, también, una manera de vivir más vidas posibles.
—¿Cómo manejas la vida profesional con la personal?, ¿es complicado estar tan expuesta?
—La exposición es muy difícil, sobre todo cuando eres muy joven. Pero vas a aprendiendo a gestionarlo poco a poco.
—Has trabajado en cine, televisión, teatro, ¿hay alguno de estos espacios que te guste más que otro?
—Para mí lo más importante es el proyecto, independientemente del medio. Aunque es cierto que el teatro tiene algo que te conecta de otra manera, y te da más espacio de exploración por lo general.
—En tus últimos proyectos hay profundas reflexiones sobre la vida en la sociedad actual. Cuando buscas proyectos, ¿necesitás que, además del desafío del rol que te toque, también esté esta búsqueda?
—No ha sido una búsqueda consciente, como tal, pero sí me atraen más los proyectos que reflexionan o indagan sobre quiénes somos y cómo vivimos. Me gustan como espectadora y también como actriz, la idea de pensar en colectivo a través de una obra artística.
—¿Qué fue lo que más te atrajo de Santuario?
—Me encantaron los guiones, todo el mundo que crearon Manuel Bartual y Carmen Pacheco y la historia tan compleja que se contaba. Me gusta mucho la ciencia ficción.
—¿Cómo fue sumergirse en este universo distópico?
—Es muy divertido crear algo tan alejado de la realidad cotidiana, pero también un gran reto. Es curioso porque a medida que íbamos rodando encontrábamos cada vez más cerca el mundo de los personajes. Cada vez nos parecía menos lejano.
—¿Cuál fue el principal desafío de tu personaje?
—Es una persona muy herida, pero muy firme en sus principios, y había que mantener ese eje en todo el arco que va viviendo.
—La serie llega ahora a Latinoamérica, ¿con qué te gustaría que se conecten los espectadores?
—Me encantaría que les gustase y les hiciera reflexionar. Creo que habla de cosas muy universales y estoy deseando saber cómo se empieza a percibir fuera de España.