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16/12/2017 - 00:52hs
El cantante de Caballeros de la Quema brindó detalles sobre su primer libro de relatos íntimos y adelantó que con la banda brindará un show gratuito en la Costa Atlántica
El transcurso de este año fue más que fructífero para Iván Noble porque regresó con su mítica banda Caballeros de la Quema, emprendió una gira nacional con Al fin solos, su espectáculo solista, y recientemente publicó Como el cangrejo, su obra literaria de relatos emocionales.
Para esta producción, el artista puso manos a la obra para narrar sus vivencias de la infancia, las anécdotas como miembro de una banda, los amores y desamores de su vida, las conversaciones con Benito, su único hijo, y otras circunstancias que dejaron huellas en su vida. De esta manera, en Como el cangrejo, Noble le hace honor a su apellido, y comprueba que posee una pluma exquisita, más allá de ser un gran músico.
En una charla íntima con diario Hoy, el cantante habló del proceso de escritura del libro. También brindó una gran primicia para los fanáticos de Caballeros ya que, el 22 de enero, en pleno atardecer de Parque Camet en Mar del Plata, la banda dará un show al aire libre, gratuito y apto para todo el público.
—¿Cómo te adentraste en un universo que no tenía que ver con la composición de canciones?
—Hace un tiempo largo que tenía ganas de animarme a cosas que no tuvieran que ver con mis temas. Siempre pensé que por mi oficio, tenía más a mano las situaciones, los personajes y los lugares que podían ser literarios, es decir, dignos de estar en relatos. Entonces, decidí usarlos como puntapié inicial y puse manos a la obra para escribir sobre esas vivencias a través de un formato de no ficción, pero con una clara intención literaria y sin caer en una cosa meramente anecdótica o descriptiva.
—Elegiste la crónica como género para llevar a cabo el libro, ¿a qué se debió la decisión?
—Al ser nuevo en la literatura, no tenía impregnado un formato, estilo o tipo de lector que debería tener sí o sí. Esto es algo que se dio naturalmente. De hecho, sé que aquellos que gusten de mis canciones serán los primeros en comprar este libro, aunque mi intención es que todos puedan acceder a él. Busco ir más allá de un cuento sobre una gira, este aspecto solo fue un disparador. Es decir, uso mi oficio como una excusa para ser un poco confesionario y también para escribir en la tónica de lo que se denomina “la literatura del yo”.
—¿Puede ser que tu obra tenga similitudes con las Aguafuertes porteñas de Roberto Arlt?
—Puede ser. No es que fuera una intención manifiesta, pero me fui dando cuenta de que a través de los relatos terminaba mostrando el “lado B” de este oficio, que supuestamente es todo el tiempo divertido, todo el tiempo lujo. Es decir que la mirada promedio sobre el tipo que canta rock, pop o lo que sea es que se la pasan de fiesta y que todo es “sexo, drogas y rock and roll”. Traté de que los relatos tuvieran el acento puesto en la trastienda de todo eso. Esta profesión es una caricatura, entonces usé mi carrera como una coartada.
—En junio, Caballeros de la Quema volvió a los escenarios con un concierto, ¿cuánto tuvo que ver esto para que te decidieras y te sentaras a escribir?
—Es probable que esta vuelta haya despertado cierto balance personal y nostalgia en la que seguro entró la idea de que era hora de hacer el libro que me venía prometiendo hacer. La escritura tiene relación con el hecho de que estoy por cumplir 50 años, no quiero tener más cuentas pendientes. También porque a algunas cobardías con las que viví durante muchos años, quiero quitármelas de encima. Por ahora estoy perfeccionándome en mi primer libro para los otros que vengan. No quiero escribir para sacarme demonios de encima, sino que quiero afinar literariamente el asunto. Después de enero seguiremos presentando el libro por el interior del país.
Las crónicas de un juglar rockero
“Era joven; como corresponde, algo imbécil pero voraz, con ganas de comerle el hígado al mundo nuevo que parecía abrirse entre micros con perpetua baranda a meo, hoteles dantescos que nos parecían el Hilton y bares de rock que quedaban a quince horas de mi casa. Me gustaba pensar en nosotros como en la reencarnación de los juglares medievales que recorrían guitarra en mano pueblos y comarcas”, escribe Iván Noble en Como el cangrejo.
En el libro se pueden encontrar recuerdos de gira, amores de los que duelen, una camioneta repleta de instrumentos, diálogos con un hijo y su exmujer, abuelos inolvidables, reflexiones sobre el tiempo, la música o el sexo.