Si se acepta la solicitud, tendrán la posibilidad de acceder al expediente, pedir medidas de prueba y poner peritos de parte.
10/12/2020 - 14:22hs
Dalma y Gianinna Maradona solicitaron ser tenidas en cuenta como particulares damnificadas en la causa que investiga las circunstancias de la muerte de su padre, el ex astro futbolístico Diego Armando Maradona, ocurrida el 25 de noviembre pasado en un country del partido bonaerense de Tigre, informaron hoy fuentes judiciales.
Las hijas que el "10" tuvo con Claudia Villafañe hicieron la presentación con el patrocinio del abogado Federico Guntin, miembro del estudio "NBF" y quien las representará junto a sus socios Nicolás Noro Villagra, Sebastián Baglietto, Rodolfo Feito y Lucas Amado.
Ahora es el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, quien, según confiaron a Télam fuentes judiciales, resolverá mañana si las acepta en el expediente.
Si Dalma (33) y Gianinna (31), las dos hijas del ex jugador y entrenador, son aceptadas como parte, tendrán la posibilidad de acceder al expediente, solicitar medidas de prueba, poner peritos de parte y controlar la prueba que se produzca.
Hasta el momento, el único particular damnificado que tiene la causa es "Dieguito" Fernando, el hijo de 7 años que el Maradona tuvo con Verónica Ojeda, y cuya actual pareja, el abogado Mario Braudy, actúa como letrado patrocinante.
Quienes también habían pedido ser querellantes fueron cuatro hermanas de Maradona - Claudia Mora, Ana Estela, María Rosa y Rita Mabel-, con la representación del abogado Matías Morla -quien era el actual letrado y apoderado del DT de Gimnasia-, y su socio Yamil Castro Bianchi, pero el juez Díaz las rechazó al considerar que había otros familiares con "mejores derechos".
Esa decisión fue apelada por Morla y Castro Bianchi ante la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro, cuya sala III es la que ahora debe decidir si acepta o no a las hermanas Maradona en el expediente.
Mañana, los tres fiscales que llevan adelante la causa, Laura Capra, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, realizarán a las 9 en la Fiscalía General de San Isidro, ubicada en la calle Acassuso 476, el peritaje de la apertura de los cuatro teléfonos celulares secuestrados al médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes están siendo investigados como posibles imputados de un "homicidio culposo" por mala praxis.
Se trata de tres iPhone -uno de Luque y dos de Cosachov-, y otro smartphone de otra marca perteneciente a la mujer del neurocirujano, que fueron entregados de manera voluntaria -e incluso aportando sus claves-, por los dos profesionales investigados cuando el fiscal Ferrari les allanó sus viviendas.
De estos cuatro teléfonos, los agentes fiscales pretenden acceder a todo tipo de comunicación referida a la atención médica de Maradona y a lo que sucedió en las horas previas, concomitantes y posteriores al momento de su muerte.
La herramienta tecnológica que tienen en la Fiscalía General de San Isidro es el UFED (Dispositivo Universal de Extracción Forense, según sus siglas en inglés), un aparato que permite extraer de un celular, una tablet o cualquier otro dispositivo toda la información almacenada de la memoria o de las tarjetas SIM para su análisis forense.
Los fiscales analizarán las comunicaciones y mensajes en función del interés de la causa, que está orientada a poder determinar si Luque y Cosachov eran los responsables de la salud de Maradona en la internación domiciliaria que se montó en el country de Tigre donde falleció.
También fueron secuestrados los dos teléfonos celulares que Maradona tenía en su cuarto, pero por el momento, por una cuestión de respeto a su privacidad, no serán peritados, "salvo que por alguna cuestión lo requiera la causa", según explicó a Télam una fuente judicial.
Las computadoras secuestradas a ambos médicos serán enviadas el lunes a La Plata para ser analizadas al cuerpo de Policía Judicial de la Procuración General bonaerense.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre pasado al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que el "10" murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
Sus hijas declararon en el expediente que todas las cuestiones relacionadas a la salud de su padre eran dirigidas por Luque y Cosachov, los dos profesionales que de acuerdo a un acta firmada por la externación de Maradona -y en la que la empresa Swiss Medical recomendaba internarlo en un centro de rehabilitación- quedaban a cargo de su seguimiento médico.
La investigación del equipo de fiscales, creado por decisión del fiscal general de San Isidro, John Broyad, se centra en tres ejes principales: si hubo negligencia médica y por lo tanto un eventual "homicidio culposo", quién tuvo responsabilidades sobre ese posible delito y si la muerte de Maradona se pudo haber evitado.