25/04/2016 - 06:46hs
Sin duda alguna, Julia Roberts despierta todo tipo de emociones cuando la vemos brillar en la pantalla grande. La actriz de gran sonrisa es una de las figuras más amadas de Hollywood pero esconde tras su adorable imagen caprichos, exigencias y comportamientos que sin duda no son el reflejo de sus tiernos personajes. Es más, la pelirroja ha sido detestada por casi todos sus coprotagonistas.
Por ejemplo, Julia tuvo una fuerte enemistad con Meryl Streep cuando trabajaron juntas en el set de Agosto, donde el papel de Meryl terminaba brillando mucho más que el de Roberts. Esto no le justó para nada a Julia, quien intentó darle una vuelta crucial al proyecto a espaldas de la primera actriz. Streep descubrió todo e incluso amenazó con abandonar la promoción de la cinta, pero al final no sirvió de mucho porque Julia se salió con la suya.
En la filmación de Ocean’s Eleven Julia fue la reina del set, pero cuando incluyeron a la bellísima Catherine Zeta-Jones en la producción de la secuela, Roberts no estuvo muy complacida de que alguien más le robara el brillo. La actriz se encargó de asegurarse un vestuario mucho más costoso que el de Catherine, y pidió que la mudaran a una mansión más grande durante la grabación.
Pero Roberts no sólo es famosa por competir con sus coprotagonistas femeninas, con Hugh Grant fueron una pareja soñada en Nothing Hill, aunque no se llevaron nada bien, y la tensión era tan incómoda que ambos acordaron no hablarse detrás de cámaras. Algunos años después Hugh aseguró que Julia posee “una boca enorme” y no tuvo nada bueno que decir sobre sus besos, asegurando incluso que Renne Zellweger es mucho mejor que ella en esos quehaceres.
Por su parte, la vida romántica de la actriz también estuvo en el ojo de la tormenta, sobre todo su historia de amor con el actor Kiefer Sutherland. La relación terminó de la peor manera posible cuando Roberts descubrió que Sutherland había tenido una aventura con una stripper. Para vengarse, se fugó con Jason Patric (el mejor amigo de Kiefer) apenas unos días antes de la esperada boda de ambos.