Agenda cultural
12/05/2017 - 00:39hs
Es una de las voces femeninas más importantes del rock en la Argentina. Después de superar momentos difíciles en cuanto a las adicciones, la cantante se muestra muy activa
Nacida un 3 de marzo en el seno de una familia patricia de la Capital Federal, Fabiana Cantilo es hija de Silvina Luro Pueyrredón y del artista plástico Gabriel Cantilo. Estudió música desde pequeña y consiguió una beca para formarse en Bellas Artes en Estados Unidos. Pero lo que ella quería era cantar, así que dos meses después de poner un pie en el país del norte, regresó para hacer covers en el bohemio bar El viejo café. Su primera experiencia en una banda fue con el grupo Las Bay Biscuits, que mezclaba rock y teatro. Luego llegaron Los Twist, junto a Pipo Cipolatti, y su gran voz le permitió grabar coros para Charly García en la canción Pubis angelical, algo que le sirvió como puerta de entrada para ser parte estable en las presentaciones del maestro del rock.
En el año 1985 comenzó su carrera solista y se dio el lujo de que tanto Charly como Fito Páez y Luis Alberto Spinetta le escribieran canciones para que ella las interpretara en la placa que se llamó Detectives. A partir de entonces, la historia en solitario de Fabi no se detuvo hasta la fecha, y ahora tiene un nuevo espectáculo titulado Proyecto 33, que comenzó en noviembre del año pasado con tres noches junto a grandes artistas en el Teatro Maipo. Parte de ese show se presentará mañana en la ciudad a las 21 en 43 entre 7 y 8. En una charla con este medio, habló sobre este trabajo y su vasta carrera musical, que comenzó a muy temprana edad.
—¿Qué es Proyecto 33? ¿Qué sorpresas te traés entre manos para tu presentación en La Plata?
—A mitad de año vamos a lanzar Proyecto 33, que es la grabación y filmación de los shows del Maipo. En toda mi carrera nunca hice un disco en vivo y un DVD, así que es toda una novedad y tengo el honor de que estén Fito Páez, Lisandro Aristimuño, Hilda Lizarazu, Claudia Puyó, Celeste Carballo, Pipo Cipolatti y Daniel Melingo, entre otros. Fue buenísimo. Yo estaba en un momento muy denso porque se había muerto mi gata, que era como una hija, y después murió mi papá. Era un año muy loco. Una numeróloga hace poco me dijo que mi número de ese año era el 33.
Proyecto 33 es un recorrido musical por toda mi carrera, desde Los Twist hasta Superamor (2015), 33 años con la música. Fue una experiencia dificilísima reunir a todos esos seres maravillosos, maestros y amigos. Ahora estamos editando el material de esas tres fechas para que lo puedan disfrutar. Es un testimonio visual y auditivo de mis 33 años con sus protagonistas.
Para la presentación en La Plata armamos un show con canciones elegidas especialmente para disfrutar de una noche única en el escenario íntimo de El Teatro Bar. Habrá temas de todas mis épocas y algunas perlitas de canciones de otros que amo.
—Sos una parte indiscutible de la escena nacional, ¿cómo llevás ese título?
—No lo llevo. Agradezco el poder cantar. A mí me cuesta muchísimo subir al escenario y hacer todo lo que hago, no me es nada fácil, sufro todo. Una vez que lo hago digo: Ay, que bueno que salió.
—¿Creés que el escenario rockero es machista?
—No. En algún momento cierto sector de la prensa fue machista, pero eso es otro tema (risas).
—Alguna vez dijiste: “Hay gente que tiene hijos, yo hago discos”. ¿Esta fue una elección de vida?
—Fue lo que sucedió. Uno pone tanto en la creación de un disco que es como una parte suya. Por eso digo que son como hijos.
—¿Cómo te encuentra el presente?
—Muy bien. Estoy tocando con mi banda. Además, hice Comedias con Hernán Casciari, en la Sala Siranush, y en junio vamos a Rosario con ese show. Es una mezcla de canciones y stand up.
—En momentos de oscuridad, ¿la música fue sanadora y salvadora en tu vida?
—Mi primer recital fue a los 8 años en el Instituto Bayard, donde canté una canción de Leonardo Favio, Hoy corté una flor, con la guitarrita. Y en el segundo concierto me fueron a ver Piazzola y Amalita Baltar. Ahí cante Balada para un loco, así que no empecé nada mal. La música es mi vida, es lo que me salvó. Todo lo demás puede no estar, pero no me imagino sin la música. Claro que me veo haciendo otras cosas. Desde pequeña hago danza, escultura, dibujo y pintura, escribo y actúo, así que no solo canto. Agradezco al universo los dotes y dones.
—¿Ser productora sería como un sinónimo de bienestar, autogestión e independencia?
—No necesariamente. Estar a cargo de una producción es una gran responsabilidad, hay que ocuparse de muchas áreas. En algunos casos tenés mayor libertad, ya que nadie te apura con los tiempos. A mí me gusta producir mis propios discos y espectáculos junto con todo mi equipo de trabajo.
—¿Cuál es tu mirada sobre la escena musical actual?
—La Argentina tiene un rock, tiene una música maravillosa. Unos músicos increíbles. Habría que mejorar la técnica. Basta de improvisados. Todos a estudiar. Si no hay profesionales, el espectáculo pierde contundencia. ¡Basta de hippismo!
Su paso por el cine en Hipersomnia
El 30 de marzo de este año se estrenó una película escrita y dirigida por Gabriel Grieco llamada Hipersomnia, una cinta de terror que tiene a Fabiana Cantilo como Verónica, aunque en la cinta se refieren a ella como “El Jefe”, una malvada mujer, fría y calculadora, que maneja un negocio clandestino de explotación sexual.
Si bien Cantilo había tenido experiencia en la actuación, ya que en 2004 había personificado a la madre Celeste Cid en una cinta y también había participado del unitario Guapas en 2014, esta fue la primera vez que le tocó hacer de villana. Sobre este papel dijo en una entrevista: “Me encantó que fuera un personaje malo”. Además, confesó: “Me pasó durante el rodaje que empecé a conectarme con mi propia maldad”.
En esta ficción, le tocó compartir elenco con actores y actrices de la talla de Gerardo Romano, Peter Lanzani, Jimena Barón, Vanesa González, Candela Vetrano, Flor Torrente, Nazareno Casero, Sofía Gala, Gustavo Garzón y Belén Chavanne, entre otros.
—Volviste a incursionar en el séptimo arte, ¿qué podés contarnos de Hipersomnia, el filme del que formaste parte?
—Hipersomnia es la segunda peli importante que hago después de Aire libre, de Anahí Berneri. La vi el otro día y la verdad me siento muy orgullosa de mi trabajo. No sé cómo hice para que me saliera, pero sé que algún talento tengo para actuar.
La película está buenísima, los actores son bárbaros y la verdad que mete miedo. Lo felicito a Gabi Grieco, el director. Además, la fotografía es excelente.
—¿Hay algo que te genera la actuación que no encontrás en la música?
—Básicamente, puedo jugar a no ser yo por un rato. La actuación tiene eso.
—¿Qué hace Fabiana Cantilo cuando no está produciendo ni actuando?
—Miro Netflix, porque amo el cine. También entreno y hago mis terapias.