Luna Blaise, la joven latina que marca tendencia en Estados Unidos
02/08/2017 - 03:35hs
“Me da pena y lástima”, comentó el hijo de Carmen sobre una tapa en la que se ve a la actriz y embajadora de Unicef, junto a un niño pobre en África
La actriz uruguaya Natalia Oreiro es embajadora de buena voluntad de Unicef para el Río de La Plata. La artista fue invitada por la organización para que viva en carne propia lo que sufren los niños en Kenia, país que se declaró en desastre nacional por una sequía que podría afectar a más de tres millones de personas.
La experiencia, por demás movilizadora, le dejó a Oreiro muchas reflexiones que vertió en un reportaje con la revista Gente. “En Kenia me mató la impotencia. Pero no voy a dejar que me gane el dolor. Porque deteniéndome en él no estaría ayudando. Creo que junto a quien haya leído esta entrevista podemos colaborar para cambiar la realidad de cualquier niño indefenso”, expresó la protagonista de Gilda, no me arrepiento de este amor.
Sin embargo, como era de esperar, muchos usuarios de las redes sociales se pusieron en contra de la intérprete y se quejaron, acusándola de demagogia y ninguneando la realidad en la que viven millones de personas. Uno de ellos fue el siempre polémico Federico Bal, quien mantuvo un intercambio en Twitter con @lamascarada, una cuenta muy conocida.
Este usuario compartió una imagen de Oreiro junto con un pequeño keniano, que el participante del Bailando retuiteó, y escribió: “No entiendo de verdad por qué hacen este tipo de cosas, me da pena y hasta un poco de lástima”. Siguiendo el hilo de la conversación, le contestaron: “Porque África tiene más punch que el Conurbano”; a lo que Bal respondió: “¡Exacto! De eso hablo, ponele que querés ayudar, ponele que te sirve la tapa, a 10 minutos de tu casa podés ayudar a gente de tu país por lo menos”.
Pero Natalia ya estaba preparada para este tipo de reacciones y, ante una pregunta al respecto, respondió de la siguiente manera: “Será que consideran que mejor que hacer es opinar. No voy a justificar mi acción contando todo lo que hago sin publicidad. Hoy pongo mi energía en difundir este mensaje que traigo desde muy lejos: un niño indefenso es eso, en Nairobi o en el Chaco. Somos un todo y debemos cuidarnos entre todos. Nadie es ajeno al dolor de un niño, viva donde viva. Si no, fijate en el impacto mundial que provocó la foto del chiquito migrante sobre la orilla del mar. A veces la gente necesita chocarse con la realidad para considerar modificarla”.