Henry: rock platense, con un toque californiano

El debut discográfico de Henry fue en 2007 con “Atado a nada”, su primer álbum. Tras participar del compilado homenaje a Pappo, “Rock y fierros” (2007), en 2010 lanzó el álbum “Un quiebre emocional”. Su sonido, siempre un enérgico debate entre el rock clásico y la balada, ha logrado materializar una nueva placa llamada “Sin límites”, una maduración evidente en su sonido que no temió poner acento en el pop y la canción (entendida como unidad poética). Así es que a lo largo de diez temas, el músico platense habla de amores de humor cambiante, postales que nos hacen imaginar aventuras en la ciudad, nos aconseja enfrentar la realidad y nos regala algún momento de optimismo (si, hablamos de  temas para empezar bien el día, como “Realmente sincero”). También hay balada: “Casi tocando el cielo” quizá llegue a la tv, si no es que antes se convierte en video.  

¿Cuál es el encanto de Henry? Su dulce pesimismo, su actitud de animar al oyente a reflexionar sobre los temas universales, expuestos en formas empáticas, que nos van a hacer pensar en llamar a un viejo amor, o animarnos a definirnos en ciertos aspectos de la vida. Henry son sus letras, y una gran banda de sonido en la que se homogenizan riffs, armónicas, acordes épicos y una instrumentación y grabación poco comunes entre nuestras diagonales. Entre los créditos podremos descubrir algunos músicos como Willy Pancioli, de Los Tipitos, diez instrumentistas y una masterización hecha en Los Angeles (California), lo cual quizá también explique el título del disco.