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25/02/2017 - 01:00hs
La película dirigida por Damien Chazelle consiguió 14 nominaciones y empató con un récord histórico. Si bien es probable que gane en la mayoría de las categorías, tiene rivales que pueden hacer que el sueño se convierta en pesadilla
Luego de imponerse durante toda la temporada de premios, no hay que ser un experto para suponer que La La Land, una historia de amor será la película ganadora de los 89º premios Óscar. Para empezar Damien
Chazelle, que ya había maravillado a la crítica con Whiplash: música y obsesión, fue un paso más allá y directamente se puso a soñar, escribir y realizar una de las películas más emocionantes y bellas de los últimos años. Y además, un certero homenaje a la meca del cine y sus años de esplendor.
Chazelle afirmó que eligió Los Ángeles “porque hay algo muy poético en una ciudad construida por las personas que tienen estos sueños poco realistas. Además, La La Land es sobre el lugar en el que vivo, sobre la música que escuchaba mientras crecía y sobre las películas que me marcaron”. Con ese cóctel logró una película de amor como las que solían protagonizar Fred Astaire y Ginger Roger o Spencer Tracy y Katharine Hepburn.
Pero no fue fácil dar en la tecla con los roles principales. De hecho, Miles Teller quien había trabajado en Whiplash, fue una primera opción, pero luego el director, dijo que no era “creativamente correcto para el proyecto”. Allí aparecieron Ryan Gosling y Emma Stone, que resultaron la mejor apuesta posible. Para los dos intérpretes, fue su tercer largometraje compartido luego de Loco y estúpido amor (2011), y Fuerza Antigángster (2013), en la que lograron brillar como nunca antes en sus carreras.
¿Qué tiene para ganar?
Absolutamente todo. Las 14 nominaciones, que la ponen a la altura de Titanic (1997) y All about Eve (1950), que en la Argentina se tituló La malvada, son solo una muestra del impacto que la película generó en la crítica especializada y el público de festivales. Y esa distinción hay que hacerla, porque La La Land no rindió en las taquillas ni siquiera en Estados Unidos. El público general es reacio a los musicales, más allá de que esta ficción esté en los límites del género. Pero en los premios nunca gana la preferida del público, si no el año pasado Mad Max: Furia en el camino y George Miller hubieran arrasado no solo con los premios técnicos.
En definitiva, Chazelle, Stone y Gosling, se merecen y pueden ganar todo, pero Luz de luna, Sin nada que perder y Manchester junto al mar están expectantes.