La marca del deseo, una miniserie al borde de la censura

En un repaso histórico por los ciclos, personajes, figuras y hechos que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda una polémica ficción con guión de Claudio María Domínguez.

Espectáculos

07/06/2020 - 00:00hs

Corría el año 1994. Argentina estaba en pleno menemismo, la crisis en la relación Menem-Cavallo tenía a todos en vilo; Brasil, nuestro eterno rival futbolístico, acababa de levantar la Copa Mundial de la FIFA en Estados Unidos. Susana Giménez pasaba de los mediodías a la noche, manteniéndose como uno de los programas de mayor audiencia; y el país todavía estaba conmocionado y dolorido por el atentado a la AMIA.

Mucha agua había pasado bajo el puente desde que en el año 1968, con tan solo 8 años, Claudio María Domínguez se había consagrado campeón del popular programa de preguntas y respuestas Odol pregunta; sin embargo en 1994, con 34 pero sin poder sacarse el título del niño prodigio del programa de Cacho Fontana, arribaba a la televisión como guionista de La marca del deseo, una miniserie de 13 capítulos basada en su novela homónima.

El thriller erótico protagonizado por Gerardo Romano debutó “un jueves a las 22, batiendo récords de rating y derrotando al clásico de Canal 9 que ganaba esas noches: Hora clave de Mariano Grondona”, recordó Domínguez.

Tanto la trama como los actores eran prometedores. Romano encarnaba a Axel, un psicópata que luego de seducir a sus víctimas, las tatuaba marcándolas para siempre con un diseño fino, bello y delicado: una serpiente y una rosa en el pecho izquierdo. Símbolos que en oriente describen la intensidad y el placer de la pasión como el gran peligro de la misma. “Algo así como cada pasión deja una marca”, explica.

Todo se limitaba a una “relación física entre adultos totalmente consensuada, sin ningún signo de violencia residual en el cuerpo”, aunque aclara que “lo que no era consentido por ellas era la marca”. Entonces, en su despecho por el abandono, las mujeres radicaban una denuncia, y Sandra Ballesteros le daba vida a esa policía que toma el caso como algo personal.
Al elenco se sumaron Emilia Mazer, María Socas, Fernanda Mistral, Deborah Warren, Leonardo Sbaraglia, Luis Luque, Fernán Mirás, Gabriel Goity, Valentina Bassi, Esther Goris, Cecilia Narova.

Su segundo capítulo fue al jueves siguiente y Mariano Grondona no podía dar el batacazo a una serie que generaba mucha repercusión y críticas divididas. “La segunda emisión tuvo más rating que la anterior”, aseguró su guionista en su libro Por qué cambié mi vida, que además explicó que había muchos sectores disconformes, por lo que Gustavo Yankelevich no dudó en levantar la transmisión inmediatamente.

Para la época, la escenas subidas de tono del protagonista con Esther Goris y las relación triangular que mantenía con dos jovencitas era demasiado. Pero tres años después, en 1997, La marca del deseo tuvo su revancha. “El Zar”, Alejandro Romay estaba listo para poner la miniserie en el Nueve. “No quisieron que usted lo viera, pero la libertad siempre triunfa”, anunciaba la campaña que promocionó una de las historias de ficción más polémicas y con más éxito de todos los tiempos.