Meghan Markle y el príncipe Harry renunciaron a sus títulos nobiliarios para instalarse en Los Ángeles y así iniciar un nuevo modo de vida. Pero los paparazzis no dejaron de llegar y los drones en su casa fueron la gota final: denunciaron violación a su privacidad ante las autoridades.
02/06/2020 - 00:00hs
La actriz Meghan Markle y el príncipe Harry se enamoraron, contrajeron nupcias y llamaron a la cigüeña con la llegada del primer hijo, Archie.
Todo marchaba sobre ruedas hasta que decidieron vivir sin los lujos de la realeza británica y renunciaron a sus títulos como duques de Sussex. Así, abandonaron el Viejo Continente y se radicaron en su casa canadiense para llevar a cabo obras filantrópicas. Además, estuvieron ocupados en la firma de contratos laborales: la actriz retomará su carrera, mientras que el hombre colorado ofició como mánager.
Al finalizar las tareas, volaron con rumbo a Los Ángeles para instalarse en una casa sobre las colinas de Beverly Hills. Así comenzó una etapa en sus vidas como ciudadanos comunes y corrientes en la tierra que preside Donald Trump.
Sin embargo, la paz cotidiana se opacó por la intrusión de los paparazzis que se colgaban de las rejas para capturar momentos íntimos. Los tortolitos vieron además que una serie de drones sobrevolaban su terreno. Inmediatamente tomaron medidas: contrataron una empresa para que vallara la propiedad y les garantizara un equipo de guardaespaldas que vigile y acudir al departamento de Policía para dar cuenta de la situación.
Allí realizaron la denuncia correspondiente e iniciaron una investigación para encontrar a los responsables de invadir su privacidad y violar su intimidad. Estos delitos están penados por la ley y requieren condenas de hasta 20 años de cárcel.