09/02/2014 - 13:03hs
Recuperado de las adicciones, enamorado y más pacifista que nunca, el humorista volverá a su personaje más famoso en Los bañeros 4, que se estrenará en julio. “La TV se olvidó de mí”, asegura, y rescata a Juan Alberto Badía como su mentor
En los ’80, una generación se divirtió y rió con él gracias al espacio que Juan Alberto Badía le dio en su clásico Badía y Cía. Luego saltó al cine con Los Bañeros más locos del mundo (1987) y ahí fue donde Jorge Montejo, bajo una larga peluca morocha, vestido a lo hippie y con movimientos epilépticos eternizó a ‘Paolo, el rockero’. La mayoría lo recuerda por ese papel y por aquella saga, pero en esta charla exclusiva con Hoy, él hace justicia y dice que cuando se hable de ‘Paolo’, le gustaría que recuerden a Badía, “porque mi fama empezó con él”. Alejado de la TV y de la gran ciudad –desde hace un tiempo vive en Tandil junto a su futura esposa-, afirma que la televisión se olvidó de él y pide a gritos un espacio en ella.
Montejo cuenta –vende- que a través de su página web (paoloelrockero.com.ar) se pueden contratar sus shows, en los que, además de ‘Paolo’, interpreta a músicos como el Indio Solari, para el que casi no necesita caracterización: “Sin peluca soy muy parecido al Indio. Me hubiese gustado nacer como Brad Pitt o Leo DiCaprio”, reniega y se sincera: “Yo no he tenido mucho levante en mi vida, aunque en mis años de juventud, ‘Paolo’ me ayudó”
‘Paolo’ y el rock han atravesado tu vida…
-Siempre he estado vinculado al rock; por eso felicito a [Diego] Capussoto por hacer humor en TV y le tengo envidia sana, porque tiene su espacio. Veo que los medios se olvidaron de mí y por eso le agradezco tanto a Badía, que en 1986 me dio un espacio.
Efectivamente, Badía vio algo en ese personaje histriónico que había nacido de observar y escuchar a un grupo de hippies que se reunía en cafés porteños. Montejo lo vistió y le incorporó muletillas como ‘Uh, loco’, pero fue Badía el que sugirió llamarlo ‘Paolo, el rockero’. “Primero se le ocurrió ‘Paolo, el hippie’, y después me dijo ‘los hippies van a desaparecer, pero el rock no va a morir nunca’ y así quedó eternizado”.
Luego tu fama salta de la TV al cine…
-Sí y es un poco injusto, porque mi fama se la debo a Badía, gracias a él me conoció [el director de Los bañeros] Carlos Mentasti. Incluso, la gente cuando me ve no me habla de Badía, se acuerda de las películas, quedé encasillado en eso; pero yo también hago otros personajes, compongo música y además soy el único fabricante de maquetas de Harley Davinson en cuero; me tomé el trabajo de googlear y soy el único.
Aún molesto con los encasillamientos, Montejo modela su propia trampa, porque su presente lo liga nuevamente a ‘Paolo’, que estará en la cuarta entrega de Los Bañeros: los rompeolas, que se estrenará en vacaciones de invierno. Entonces, será una especie de redención para él, que regresará al cine luego de un profundo silencio mediático.
Después del gran salto te alejaste de los medios, ¿por qué?
-Porque se olvidaron de mí y además, a fines de los ’90, caí en una profunda depresión y por culpa de eso me agarré de la cocaína. Pero estuve en rehabilitación y es algo superado; ya no caigo más. Tuve una vida desprolija, hice malas inversiones y me estafaron durante esa etapa negra, por eso hay que elegir otros caminos, lejos de las drogas. Hasta se llegó a decir ‘Paolo’ había muerto; en 2004 Baby Etchecopar dio la noticia, es imperdonable, me arruinó. Pero ya estoy recuperado.