06/03/2016 - 02:09hs
La nueva edición de Bafweek, una de las más importantes semanas de la moda del país, concluyó sus presentaciones de adelanto para el otoño invierno 2016 con una treintena de desfiles que dejaron el blanco, el negro y el gris en primerísimo plano.
Una vez más se impuso la paleta cromática que fue tendencia absoluta en el hemisferio norte en su invierno. Durante las dos últimas temporadas, Europa y EE.UU. abrazaron el estilo Normcore, que pregonaba la necesidad de no resaltar, de no mostrarse especial, como contraposición al lujo. Si de colores hablamos, el blanco, negro y gris fueron sus embanderados por excelencia. Y este trío es el que ganó sobre las pasarelas del BAF. Esta vez, las excepciones fueron las marcas comerciales juveniles, como Complot, que se animaron a un poco más, y Benito Fernández, que jamás abandona el color, aunque esta vez moderó los brillos y se orientó hacia el chaos magic o caos mágico, la nueva tendendencia mundial basada en secuencias cósmicas desordenadas.
Los laureles llegaron por el lado del diseño. La industria se afianza en los cortes y allí demuestra su autonomía. Se lucieron modelos geométricos y trasparencias con curvas, texturas de todo tipo, e incluso cuero.
La comodidad parece ser la máxima de las colecciones, que ponderaron túnicas, chales y mantillas rústicas. En el backstage de los desfiles, los modelos jugaban a ser “Lenny Kravitz”, celebritie que sorprendió paseando por los hoteles arropado con una cobija. Y ellas hacían bailar sus slip dresses y túnicas. Si algo queda claro es que no hay espacio para las prendas ajustadas.
Un apartado merece el estilo folk, que parece ser el gran galardonado por las firmas argentinas. Las marcas nacionales tradujeron la tradición norteamericana a la gaucha, con resultados aceptables. Siguen apareciendo flecos, y ahora se suman los ponchos y chalecos que, el tiempo dirá si encuentran gente que se les anime.
Fotos y texto: Federico Valenti