Entrevista exclusiva al elenco de Uno mismo

“Siempre tuve ganas de contar una historia de amor”

Espectáculos

17/09/2015 - 06:46hs

En diálogo con Hoy, los protagonistas del filme -Chino Darín, María Dupláa, junto al director y guionista, Gabriel Arregui-, hablan de esta película que escapa a los condimentos de la típica comedia romántica

Uno mismo se basa en una típica historia de amor aunque con condimentos que incluyen la animación, los espacios oníricos y las reflexiones sobre la soledad. La historia, que será narrada en clave del punto de vista masculino, se centra en UNO –personaje interpretado por Chino Darín-, un muchacho que vive solo en la casa que otrora fuera de sus padres. “Quería que fuera un hombre solitario pero que disfrutara su soledad, es un flaco que labura, va a jugar al fútbol, baila, se divierte.  Es cómo una especie de reality de una persona”, dice Gabriel Arregui, guionista y director del filme que estrena hoy en las salas platenses.

A pesar de su feliz soledad, UNO se enamora de UNA (María Dupláa), una joven que conoce en una salida nocturna con su amigo Bigote. La historia de amor comienza como un flechazo, pronto se van a vivir juntos y comparten su intimidad. “Mi personaje me  lo tuve que poner un poco al hombro y salir a defender a la mujer. En muchos momentos parecía que la ponían como la culpable de todo y creo que me tocó salir a defender ese personaje y cambiar cosas como lo que tiene que ver con la pareja y las culpas, que no tiene que ver con uno sólo sino que es una cosa de a dos. Fue para que la cosa estuviera más pareja. La mujer siempre está más dispuesta en ir al frente y el hombre en la primera de cambios recula un poco. Es lo que me parece muy simpático del guión, tuve algunas relaciones largas y era muy fácil reconocerse en ese lugar, de que siempre te echen las culpas de las cosas que hacen, dejan de hacer o las que hacen y después se arrepienten”, dice entre risas Dupláa sobre el papel que le tocó desempeñar en la película.

A todo esto, UNA lo abandona y pese a que UNO  vuelve a su rutina, se da cuenta que la necesita para estar bien y tratará de recuperarla. “Quería entender qué quería  transmitir Gabriel, no sólo por las escenas, además, yo no vivía solo y ahora lo entiendo mejor. De todas maneras en aquel momento lo investigué y pude aproximarme un poco y tenemos una característica bastante en común que es que somos muy ermitaños. El personaje es ultra ermitaño, no sale de la casa a menos que tenga que ir a jugar al fútbol  o juegue Quilmes en la cancha, lo móviles no son los mismos, el mío no es el fútbol pero soy un tipo que pasa bastante tiempo en solitario”, cuenta Chino Darín y agrega: “Una vez que terminé de entender la idea de Gabriel, encontramos espacio para hacerlo, nos pusimos de acuerdo, fuimos para Espeleta todos los días, nos metimos en la casa de UNO y nos sumergimos en este viaje”.

“Yo quería que fuera un quilmeño, un pibe de barrio y para no forzarlo, fuimos una vez por semana a Quilmes a ver las locaciones. Fue una locura cuando la gente lo empezó a reconocer -por Darín- y lo empezaron a seguir. Fue tremendo, había momentos en que no se podía filmar…es un pibe que para tener todo lo que lo rodea, que es muy groso, es súper humilde, educado, no se la cree para nada y María también, es muy bonita, inteligente y tuve la ventaja de que ella vivió en Quilmes de los 8 a los 18 años. Ella estaba chocha, volvía a su parte de la infancia-adolescencia”, cuenta Arregui sobre el proceso del filme. Cabe destacar que el director se crió en Quilmes y es fanático del club:  “Yo quería una película homenaje a Quilmes, yo soy hincha de Quilmes aunque no es una historia autobiográfica, yo nunca pasé una historia como la de UNO aunque tiene contacto con mi vida. Me considero quilmeño pero platense por adopción, toda mi familia es platense”, reconoce el cineasta.

Del pudor a la química

Tras el flechazo de UNO y UNA, vinieron las escenas de sexo, bastante recurrentes, de hecho. “Vi que había tantas escenas de sexo y tan explícitas que me hizo dudar un poco de si hacer la película, pero después cuando hablamos con el director, él nos planteó que en el guión estaba así para que quedara clara la idea, pero después fue mucho más tranqui. Esas cosas, igualmente, siempre te dan pudor”, comenta Dupláa. “Desde el primer día de rodaje tuvimos que empezar con escenas de sexo y con el Chino nos habíamos conocido unos días atrás y eso también generó nervios. Pero entramos en confianza enseguida, fue una suerte la química que se logró. Fue fácil laburar así, además, el Chino me cuidó un montón cada vez que hacíamos una escena de esas características pedía que el equipo que filmara fuera más reducido. Me cuidó un montón para que yo no quedara expuesta”, finaliza María sobre esta idea de Arregui de no dilatar las escenas “incómodas” e ir al grano.

Un poco de fama

Tal vez para el Chino sea más normal transitar el camino de la notoriedad, teniendo en cuenta que su apellido es uno de los más buscados en el mundo de nuestra farándula. A pesar de eso, el joven de 26 años parece mantener intacta su humildad y concentra todas sus energías en el trabajo. Consultado por su exageradamente comentado desnudo en Historia de un clan, el actor afirma: “Lo del culo son simples frivolidades. Participar en Historia de un clan y que la gente te reconozca por eso, es un honor. Lo del culo es una pelotudez que lo menciona alguien que no presta atención al programa”, cuestiona Darín. Entonces, “¿Qué te llevó a responder por Twitter?”, consultamos. “¿No te dije que soy un ermitaño? Uno a veces se aburre, se le ocurren pelotudeces y las pone en algún lado”, dice entre risas.

Por su parte, Dupláa, que también viene de una familia ligada a la actuación y la fama, dice que le encuentra su costado extraño a la notoriedad pública. “La fama es rara, uno filma la película y de golpe hay una repercusión que uno no se imaginaba y tiene que ver con algo que uno hizo hace mucho tiempo y es raro. Pero por otro lado también es súper lindo, que la gente te reconozca el laburo y que le guste”, confiesa la actriz.