Diario Hoy repasará todos los domingos una serie de programas, personajes, figuras, hechos y casos que hicieron historia en la cultura popular. La primera entrega rememora un producto que dejó su huella en la televisión de la década de 1990.
31/05/2020 - 00:00hs
Uno de los ciclos más recordados de la televisión de los 90 es Sin condena. En la línea del clásico Yo fui testigo, reconstruía, en unitarios, casos emblemáticos que llenaron las primeras planas y fueron objeto de debates públicos.
Realizado con ingenio y pocos recursos, como se caracterizaba la era Romay en Canal 9, el director Rodolfo Ledo lo impulsó con las actuaciones de Berugo Carámbula, Ulises Dumont, Germán Palacios, Cristina Banegas, Carolina Fal, Norman Briski y Leticia Bredice, entre otros.
El 10 de enero de 1994 se emitió el primer programa, y el malestar en diferentes sectores de la sociedad aumentaba. Porque, si bien eran recreaciones, las alusiones eran directas. Como los programas dedicados a Walter Bulacio, la historia de Mariela Muñoz, Eva Perón, la secta Niños de Dios, el asesinato de Miguel Bru, la vida de Luca Prodan, el caso Barreda, Robledo Puch.
También fue muy debatida la interpretación del Che Guevara realizada por Gerardo Romano, quien así lo recuerda: “Le pregunté en cuánto tiempo lo iban a hacer y me dijeron en dos días, con un libro que era para hacer en 100. El Che era lindo, mucho más que yo. Nariz respingona, lindos labios, mirada, una cara asimétrica, era un galán; y lo de la nariz era fundamental para mí, quería ser carilindo. Si la cámara te toma de frente, sos igual, pero si te toma de costado, sos Gepetto. Le expliqué a Ledo que lo podía hacer, pero que me tomara siempre de frente, por supuesto. Con una cámara, dos pesos y dos días se hizo cualquier cosa y quedó el estigma que era un mamarracho. Ledo era un gran tipo, muy generoso. Luego hice otros capítulos acertados y copados”.
Si en años anteriores Zona de riesgo o El precio del poder habían capturado a la audiencia, Sin condena fue por ese público que gustaba de la ficcionalización de hechos reales basados en casos policiales, el true crime.
Pese al éxito del envío, el canal, de manera abrupta, decidió levantarlo de la programación. Se trata de una de las producciones argentinas que con suerte hoy se pueden encontrar en canales nacionales.