La actriz ensayaba La fuerza del cariño cuando comenzó la cuarentena. En diálogo con diario Hoy revela su intimidad y planes a futuro
09/05/2020 - 00:00hs
No hace falta presentar a Soledad Silveyra. Es familiar para todos los argentinos con sólo nombrarla. Al momento vienen los recuerdos de éxitos que disfrutamos como Rolando Rivas Taxista, Amor en custodia, Pobre diabla, La hermana mayor y la reciente Monzón. Asimismo, logró una conexión aún más estrecha con los espectadores gracias a Gran Hermano y Bailando por un sueño. Además, participó de exitosas temporadas teatrales y colaboraciones en films, que la ubican entre las preferencias de todos, como Una noche de amor o Mi primera boda. Por su rol en Los Adoptantes está nominada a los Premios Cóndor de Plata de ACCA como mejor actriz de reparto.
—¿Cómo te encuentra esta situación extraordinaria que estamos viviendo?
—Yo estoy bendita, porque el lunes anterior a que se decretara la cuarentena (cuando nos mandaron a guardar a los viejitos), llamé a mi hijo para preguntarle si podía ir a su casa. El viernes era el cumpleaños de mi nieta Inés, y si no iba a poder salir prefería estar ya ahí y volver a mi casa el sábado siguiente. Me vine y ya me agarró la cuarentena acá, así que estoy desde esa época con mi hijo, mi nuera y mis nietas. La estoy pasando maravillosamente, disfrutando todo este tiempo con mis nietas, es un regalo del cielo, en armonía. Estoy descubriendo también la convivencia con mi hijo, con un arranque duro para todos por la situación, pero por suerte estoy contenida. He vuelto a ser una ama de casa, cocino, limpio, no te digo que lavo y plancho; pero ordeno los placards de mis nietas, este es un tiempo de encuentro hermoso.
—¿Qué consumos culturales tenés en este contexto y con el tiempo que tenemos todos?
—Estoy fascinada con el canal Film&Arts que pasa unos documentales maravillosos, desde Pina Bausch a Shakespeare, Bergman, me paso más o menos dos horas por día viéndolo. Leer me cuesta, me cuesta concentrarme en la lectura, porque además no tengo mi biblioteca acá, estoy con muy poquitas cosas, leo sobre filosofía, pero por internet. Mi nuera tiene muchos libros, pero no es mi biblioteca, agarré para leer uno de Clarice Lispector, que me gustó muchísimo, pero me cuesta concentrarme en la lectura. Quería escribir, intento, escribo algunas frases, pero no despego. Estoy con la información, no me hace mal, al contrario, me gusta estar informada, veo todos los canales del mundo, estoy muy metida en esto que no lo vamos a entender, qué es esto, qué barbarie nueva. Estoy con tristeza porque una tiene cierta edad para esto, y me da mucho miedo el futuro, no sé si hay o habrá un Covid-20 o Covid-21. También me preocupa la parte económica, porque si bien una tiene ahorros, los vas gastando de a poco, y es plata que una reunió para poder viajar, por ejemplo. Sé que soy una privilegiada total, porque en este momento hay compañeros actores que no tienen ni para comer.
—Más allá de esto seguiste conectada con tu carrera, con algunas participaciones en programas y vivos de Instagram con periodistas, por ejemplo…
—Sí, estuve haciendo algunos vivos, pero me cansé. No me da para producirme, es un tiempo más de introspección, más casero.
—¿Cómo te agarró la cuarentena?
—Estábamos ensayando La fuerza del cariño y tenía un proyecto de novela para la segunda parte del año. Ahora hay que esperar. Tuvimos una primera semana de ensayo de la obra, pero nosotros vamos a ser los últimos en volver, la educación y el teatro.