Varias organizaciones empresariales y gremiales ligadas a la producción de leche están velando por lograr las metas. El gerente de los Productores del Oeste le aportó a Hoy varios aspectos generales que afectan a la industria en general
11/10/2018 - 11:30hs
Muchos saldos favorables trajo la movida que hoy hicieron los actores de la producción primaria de la leche. Y entre tantos hombres que piensan en la resolución de los problemas, diariohoy.net dialogó con un dirigente que trabaja a la par de los productores de leche del Oeste de la Provincia.
El drama está entre ellos, con el cierre de tambos como figura visible de un mercado jaqueado por un conjunto de situaciones: dólar, tasas, presión tributaria y otros etcéteras de la realidad país.
Pero el árbol de los problemas no va a tapar el monte, la tradición y mucho menos la fuente que sostiene a los hogares de tantas personas. Un encuadre que trazó el ingeniero Daniel Villulla, platense, radicado en Chascomús, desde donde hoy apoyó al sector con sus palabras y su intervención constante en favor del productor lechero.
“Lo que esta media mañana sucede sobre la planta de Arcor Mastellone Hermanos, en Trenque Lauquen, en Rodríguez y en otros puntos de la Provincia, son asambleas de productores para reclamar soluciones frente a problemas graves que enfrentan. Además de graves diría que son problemas crónicos”, comenzó diciendo a este medio, agregando que el hecho de estar frente a La Serenísima se debe a que la empresa Mastellone es la principal compradora de leche en la Provincia y como tal es todo un símbolo del conjunto de la industria mediana y grande”.
En la idea vertida por Villulla, gerente de CAPROLECOBA, “a nivel sectorial, los que peor estamos somos los tamberos, pero no somos los únicos, ya que también las industrias (grandes y pequeñas) están afectadas”.
Ampliando: “¿Y por qué los tamberos estamos peor que todos los que trabajamos en los tambos?”, se pregunta a viva voz el ingeniero. “Estructuralmente, los tamberos no tenemos la posiblidad de trasladar las modificaciones en los precios. Pero esto no es sólo cuestión de precios, sino de regulaciones de los precios, porque los que pueden hacerlo no están en condiciones al depender de lo que los consumidores y comercializadores estén dispuestos a pagar por lo que venden. Además de eso, hay un tema que se viene postergando gobierno tras gobierno, es el reordenamiento que está necesitando la lechería”.
HACIENDO NÚMEROS
De entrada, Villulla se desprendió de toda polémica sobre visiones de política partidaria. “Te está hablando quien piensa en la resolución de los problemas, no desde el oficialismo o la oposición. Llevo 18 años trabajando con los productores de leche de la Provincia en la cuenca Oeste”, aclaró.
Y dio paso a las cifras explicativas de la crisis actual: “Desde diciembre 2017 hasta septiembre de 2018 hubo una devaluación del 118%. La inflación en ese período fue del 31% y los precios al productor subieron un 39%. Sin embargo, los costos de producción subieron un 61% y el valor del litro equivalente (se llama así a la cantidad que se necesita para elaborar queso, manteca, yogur, dulce de leche, etc) de salida de fábrica para el mercado interno subió un 29%. Lo que quiero explicar con el ejemplo del mix de productos con el valor del litro equivalente, es un ejemplo al solo efecto de que tengamos presente por qué los productores de leches son los más afectados”.
“Estamos no solo con el precio de la leche por debajo de los costos de producción, sino que eso se viene de un arrastre de largos meses. Por eso, solicitamos que se arbitren -en la medida de lo posible- reglas de juego para que primen las relaciones de competencia y que pueda tonificarse el precio de la leche”, explicó.
HACIENDO PATRIA
Y agregó: “pese a estar perjudicados, la eficiencia y la competitividad es una lucha permanente a la que los tamberos no renunciamos, pero requiere que podamos recuperar relaciones de precios lógicas, que se nos pueda pagar la producción en plazos más cortos (hoy cobran a 60 días de haber sido producidas). ¡No estamos en condiciones de ser nosotros los que financiemos al conjunto de la cadena. Para ello, como en tantos casos, es importante que se cree un fideicomiaso, que se genere el instrumento financiero que se tenga que generar para ayudar a pagarle antes a cada productor de leche”.
“Es difícil mover y salir para todos los jugadores de un sector donde los tamberos somos los que peor estamos, pero no los únicos”, cerró el referente de una organización empresaria creada tras la crisis de 2001.
Por último, envió un mensaje para el conjunto de la sociedad. “Quiero aclara que no perdemos la confianza en nuestras capacidades como sector y como país; ya vamos a encontrar los caminos de salida, aunque estamos muy precoupados en el mientras tanto. Siempre que se desajustaron las relaciones de precio y las consecuencias posteriores a una devaluación siempre hubo problemas en muchas actividades, entre ellas, la nuestra. Y siempre de alguna manera se salió. Ahora, es necesaria la lógica, proponiendo ordenar el sector, darle una institucionalidad que no tiene, unificar la representación de los productores de leche para ejercer el protagonismo que se espera de nosotros a nivel de la cadena. ¿Que necesitamos? Que se estabilice el dólar, que baje la inflación, que bajen las tasas (las medidas macroeconómicas nos cayeron sobre la cabeza como un contenedor durísimo sobre nuestra micro economía tambera), que se liquide el déficit fiscal, porque en ese proceso paralelo vamos a ir despacito recomponiendo el precio de la leche y vamos a llegar a un reordenamiento de las relaciones de precios. Nuestra salida no es por un camino distinto de la salida del conjunto de los argentinos, porque no somos marcianos, somos productores de leche y argentinos, con una enorme capacidad para trabajar”.