¡Abran los corazones, autoridades!

Lamentablemente, en nuestro país, el hambre se siente cada vez. Se agrava con el paso de los días y golpea duro al que verdaderamente lo padece y no tiene con qué para contrarrestar esos golpes. 

El crudo invierno penetra los huesos, y los cientos de pibes que cada día recurren a un comedor en la región para tener su único plato de comida diario, dependen de esa infusión para soportar la crudeza de vivir en esas condiciones. 

El platense siempre es solidario, y la gran cantidad de organizaciones No Gubernamentales que ayudan a cientos de chicos, mantienen viva la llama de la ilusión, pero muchas veces, solos no pueden. “Somos su Esperanza”, comedor ubicado en 52 y 149, le brinda un plato de comida tres veces por semana a más de 80 chicos, pero “la situación se está tornando cada vez más complicada para poder abastecerlos”, le comentó a este diario Laura, una de las voluntarias del comedor. Asimismo, agregó que “muchas de las personas que acuden al comedor cuentan con ese plato de comida, que es el único en todo el día. Pese a que el comedor se encuentra en una zona complicada, donde corre mucha droga, con el comedor logramos sacar de esa situación a uno de los chicos, y es lo que nos motiva a seguir”, relataba Laura.

Por último, agregó que “nuestra única política es que los pibes coman al menos una comida caliente. Quiero agregar que Ramón y Sabrina (cocinera y su esposa), son los responsables del seguimiento de las familias necesitadas, y también, junto a mí, colaboran con su comedor Ivana Bonfiglio y Graciela Stancato. Le pedimos a la comunidad en general, y por supuesto a las autoridades, aunque dudo que lo hagan, porque por otra parte, la calle figura como asfaltada e iluminada, y nada de eso es verídico. Saben cómo está la situación en el barrio, los reclamos y pedidos se hicieron, pero los vecinos se cansaron, así que si nace, bienvenido. Sino, seguiremos por nuestra vía”, cerró.