Después de la chocolatada o la mateada, distintos clubes y ambitos patrióticos se preparan para disfrutar un momento de unión alredededopr de una locrada o una buena paella criolla
25/05/2018 - 07:17hs
Los platos tradicionales le pondrán sabor a esta jornada agradable desde todo punto de vista, más allá de que no haya buenas a la vista para la querida Patria. Durante la jornada de hoy se reunirá mucha gente alrededor de una olla humeante, en un centro tradicionalista, o eventos musicales que no faltarán por el 25 de mayo (Ver página 3).
Muchos sabrán que el origen de la paella es valenciano, donde la tradición continúa. Pero muy diferente sabe aquí. “Es pa’ella, es pa’ella…” dicen las voces populares, hablando de sectores tan pobres como ahora, donde ante el paso de la reina se le daba todo lo que podían darle.
En el 2018, los colores celestes y blancos, será el de un hermoso cielo desplegado como un mantel en la tierra, con festejos y variantes que diario Hoy rescató en este resumen.
A partir de las 10 horas, en parque Saavedra, el feriante de cada viernes se encontrará con distintos menús en los puestos. La entrada es por 14 y 67, y estarán hasta las 16.30 horas.
En el Centro Cultural Tita Merello, de 118 y diagonal 80, a partir de las 12.30 empezará a llegar el vecino para sentir el placer de la música, unas comidas típicas y danzas patrióticas.
En la barriada de Parque Castelli, exactamente en el Fortín Tradición Argentina "Teófilo Olmos", de 27 entre 75 y 76, se realizarán muchas actividades, que van desde exhibiciones de visteo, hasta muestra de armas criollas originales y de colección, la presentación de la segunda edición del libro "Esgrima Criolla, armas gauchas y otras yerba" (ahora ampliada).
En avenida 7 entre 649 y 650, Parque Sicardi, el espacio Mukta espera por los comensales del barrio, con una elaboración artesanal típica: “empanadas de carne cortadas a cuchillo, locro -con opción para gustos vegetarianos-, tortas fritas y panes de campo.
Los chicos también celebrarán. En 120 y 32, el club Ateneo Popular, aprovechando la fecha de fútbol infantil, agasajará a sus deportoistas y a los visitantes de un club del Barrio Jardín, con chocolatada caliente acompañado de galletitas.
En Berisso, a la noche estarán abiertas las puertas de un lugar con tradición, el Club La Estancia, de calle 14 entre Montevideo y 168, tendrá una Gran Peña “La Revolución”, con un buffet popular y una noche con artistas locales.
La “Sole” y su poncho en Ensenada
Si hacía falta un broche de oro, lo tendrá Ensenada, con una fiesta libre y gratuita, para toda la comunidad. Ayer, estaba el escenario inmenso terminado en las calles Ortíz de Rosas y Garay, po donde pasarán bandas locales, Daniel Cardozo y la inigualable Soledad Pastorutti para un cierre con el poncho al viento. La vecina ciudad aprovechará a festejar doble, por el aniversario y la jornada que evoca a la revolución de los héroes de Mayo. En la vecina ciudad, el veinticinco tendrá su primer acto a las 8 AM con izamiento de la Bandera Argentina en la plaza Belgrano, donde se compartiá chocolate y pastelitos.
Esto se comía en 1810
Las típicas empanadas criollas se vendían en la calle, como hoy podría ser una feria, pero aún no era conocida en las casas. Las que las ofrecían en sus canastos grandes eran señoras de muy buen porte físico, que vivían en las afuera. No estaban tan calientes como rezaba el cantito escolar “para quemarse los dientes”.
Lo que era un furor era el locro, que viene desde el Alto Perú hasta bajar a nuestro país, que lo repetía en platos por cualquier rincón de la Patria. “Los ingredientes y formas de preparación variaban según la región, aunque el elemento principal siempre era el maíz”, dice el gran libro del escritor Daniel Balmaceda.
¿Y la mazamorra? Era una mezcla de maíz blanco, azúcar molida y leche cruda. Quienes lo ofrecían por las calles iban a caballo, al grito de “¡Mazamorra espesa para la mesa y mazamorra cocida para la mesa servida!”.
A la hora de escoger una bebida, las reuniones eran con mate, chocolate y tortitas. El vino que trajeron los españoles, era casi exclusivo para los caballeros, porque a las damas se les permitía apenas una copita, según las investigaciones hechas de la época.