Aumento en comedores: la UNLP tampoco cree en los datos del Indec

Interés General

08/02/2013 - 09:07hs

En una institución de fuerte impronta K se olvidaron del 11% de inflación oficial y aumentaron la comida de los chicos un 25%. Un discurso  insalvable, hasta para los aliados.

No es ningún secreto que el kirchnerismo copó la Universidad Nacional de La Plata, con la mayoría de sus decanos y personal jerárquico aliados al gobierno nacional y con una gran cantidad de becados camporistas. Sin embargo, el fervor cristinista no fue suficiente para respaldar las mentiras del Indec y sus falsos datos de inflación: el aumento de los tickets de los comedores universitarios fue de un 25% mayor que el del año pasado, muy lejos de aquel 11% que defienden los K de la boca para fuera.

La razón es obvia: no se puede tapar el sol con el dedo, ni tampoco se puede tapar un índice altísimo de inflación a puro simbolismo y guerra discursiva. Pero quedar en evidencia pública de esta “diferencia” con el gobierno no era una opción, y la decisión de subir el valor del ticket de almuerzo de los chicos a 5 pesos se tomó a puertas cerradas, sin cumplir con los pasos establecidos por la institución para discutir la medida de manera conjunta. Una actitud que sitúa a sus responsables un poco lejos de los valores democráticos que se jactan de defender.

“La UNLP no discutió el aumento con los estudiantes, ni tampoco lo hizo en los órganos de cogobierno que debería hacerlo, como el Consejo Superior o la Comisión de Bienestar Estudiantil.

Por el contrario, esta definición se tomó incumpliendo los mecanismos democráticos establecidos, como la convocatoria a la comisión de seguimiento del Comedor Universitario” denunció la Federación Universitaria de La Plata (FULP) en un comunicado.

Asimismo, la entidad señala que la casa de estudios había expresado públicamente en el Periódico “La Palabra Universitaria” que no se iba a modificar el precio para el período 2013.

El tren echa humo

“Todo aumenta” puede llegar a ser la frase más pronunciada de los últimos años. Y es también una excusa a la hora de subir precios y tarifas de manera desproporcional al aumento de salarios. Pero la pregunta es: ¿La Universidad carece de recursos económicos para evitar que el 25% de inflación  perjudique también a los chicos que se esfuerzan por estudiar? Mientras los alumnos hacen cola para comer barato, la UNLP aceptó el magro presupuesto 2013 y se jacta de su nuevo tren, proyecto en donde la entidad decidió priorizar el dinero: un medio de transporte que les facilitará a los jóvenes evitar caminar las -como mucho- 20 cuadras en el bosque platense.

Las caminatas de 15 minutos de los estudiantes serían una preocupación de mayor urgencia que la comida diaria de los chicos. También más que la enorme brecha educacional que frustra a los estudiantes en su primer año. Las propuestas para hacer que los alumnos tengan una mejor educación de base no son tan vistosas como el nuevo y colorido tren, que  distrae a los directivos de los problemas reales. Bajada de línea

Los alumnos ingresantes, en su mayoría recién salidos de colegios secundarios -cuyos padres hacen esfuerzos sobrehumanos para que tengan un futuro mejor- fueron recibidos por las máximas autoridades de la casa de estudios con discursos de fuerte carga política. Tal fue el caso de la Facultad de Periodismo, en donde su decana aprovechó la ocasión para regodearse en sus propias afiliaciones y defenestrar a la prensa (opositora).

Además, los estudiantes recibieron como lectura obligatoria un texto en el que les advierte, como futuros periodistas que, si se oponen con su pluma a las directrices del ejecutivo, serán considerados tan viles como los medios golpistas de los años ‘70.  “La prensa canalla ha actuado con impunidad durante décadas amparada en la hipocresía de la llamada opinión pública. Pero comenzó a encontrar sus límites en Argentina a partirdel proceso abierto de 2003”  reza el texto, haciendo un pastiche de teorías de los medios aplicadas a la defensa ciega y acrítica de un gobierno que hace agua.