Horacio Mauri es el fundador del grupo de cicloturismo Team Berazategui, cuyos integrantes se impulsan no solo con la fuerza de sus piernas, sino también con el empuje de un sueño: recorrer todo el país en mountain bike junto a todos los ciclistas amateurs amantes de la aventura que quieran entrenar y sumarse al desafío.
Viajar es lo más parecido a soñar. Detener el tiempo y olvidarse por unos días de las obligaciones, el dinero o los vaivenes y rispideces de lo cotidiano para conectar con el azar y la coincidencia es una terapia que todos deberíamos probar. Y contrariamente a lo que se cree, no es inalcanzable.
Para escapar de la cárcel de la rutina no se necesitan hoteles cinco estrellas. Tampoco restaurantes de primera clase o shoppings de cristal. Ni siquiera es necesario viajar al extranjero gastando los pocos dólares que se han podido ahorrar. La Argentina es un país maravilloso que nunca deja de sorprendernos.
Horacio Mauri, de 50 años de edad, fundador del grupo de cicloturismo de aventura Team Berazategui, nos demuestra que solo con tener una bicicleta mountain bike en condiciones basta. Su proyecto es uno: recorrer todo el país en dos ruedas junto a su equipo y todos los ciclistas amateurs amantes de la aventura que quieran entrenar y sumarse al sueño de viajar con sus piernas. Desde Misiones, Córdoba, Merlo, la Patagonia, pasando por El Palmar, Luján, Tandil…, cada rincón de nuestro país puede ser redescubierto.
Hace tres años que el Team Berazategui organiza y entrena a través de sus clínicas a todos los ciclistas de diferentes edades y niveles que quieran seguirlos en este sueño loco de recorrer el país con el impulso del deseo, la convicción de un sueño y la fuerza de sus piernas. Diario Hoy habló con Mauri para saber un poco más sobre los inicios de este sueño apasionado que un día se hizo realidad.
—Horacio, contanos, ¿de dónde se conocen ustedes y cómo nace la idea del Team?
—El Team Berazategui se creó en realidad con la idea de formar un equipo para correr carreras de mountain bike. Si bien hoy por hoy hay muchas, y se corre todos los domingos, cuando nosotros empezamos había una cada quince días. Lo que pasó es que las carreras empezaron a ser cada vez más caras… Actualmente es muy costosa la inscripción, todo lleva mucho entrenamiento y, bueno..., se hizo difícil de mantener y de sumar gente que haga eso…
—¿Cuándo y dónde fue el primer viaje que hicieron?
—En esa época eramos 60 personas en el grupo, pero después por los costos de las carreras empezamos a ser cada vez menos, bajamos a 50. Entonces se nos dio por hacer un viaje, fuimos a Mercedes. Fue el primer viaje que hicimos de cicloturismo. Y así se empezó a sumar la gente, cada día más… Hoy ya hace cuatro años que estamos, aunque con los viajes hace tres. En el grupo principal, local, ya somos 250 personas… y después habrá otras 250 que están en grupos de otras zonas, como Ballester, La Plata, etc.
Es realmente muy lindo que nos vincule una pasión... y conocer la Argentina, es un combo. Es recorrer nuestro país con la pasión de lo que te gusta, que es andar en bici, y la verdad que esa alegría que se vive a mí me llena un montón, porque lo veo en la mirada de cada persona que llevo.
—¿Cuántas personas eran al principio?
—Cuando se creó el Team Berazategui éramos cuatro personas, y de esas cuatro hoy solo quedé yo. Los demás hicieron cada uno su grupo, y cada uno le dio su forma, su identidad.
Hoy por hoy, si bien yo soy la cabeza o el representante más visible, mi idea fue siempre trabajar en equipo. Somos un equipo de nueve, diez personas que organizamos los viajes. No siempre vienen todos, pero siempre somos tres o cuatro que vamos a cada viaje y nos dividimos las tareas. También hay gente que no viaja, pero se encarga de la parte mecánica, o de lo digital, otros se encargan de la seguridad… Es decir, cada uno tiene su función y creo que así se debe trabajar, en equipo…
—¿En qué momento se les ocurrió extender la propuesta de viajar por el país a ciclistas menos entrenados y cómo fue esa primera experiencia?
—Lo que aprendí mucho con los viajes fue que por ahí venía gente que no estaba preparada y lo sufría en vez de disfrutarlo. O sea, ir a un destino tan lindo y no poder disfrutarlo porque uno no está entrenado o le falta un poquito es una lástima… Eso hizo que lo enfoquemos distinto y le demos otra perspectiva y profesionalizarlo más… Mi idea es llegar a profesionalizarlo bien.
En otros países, en Europa, se hace mucho esto que estamos haciendo. Aprendemos mucho de gente que realmente sabe y, con base en eso, estamos tomando las decisiones y los caminos que sean necesarios para dar un viaje seguro o dar una ayuda a la gente para que vaya mejor preparada… Para mí el tema seguridad es el punto número uno.
Lo primero está la seguridad y después está la diversión.
—¿Podríamos catalogar lo que hacen como turismo de aventura? ¿Es solo eso o también entrenan a la gente?
—Sí, sería un cicloturismo aventura. Eso sería. Porque recorremos lugares inhóspitos con la bici, lugares donde, si uno va como un turista normal, no los podría conocer o disfrutar de la manera en que se disfruta arriba de la bici.
—¿En qué consisten las clínicas de seguridad que dictan y porque son tan importantes?
—Las clínicas las empezamos a dictar porque antes nosotros íbamos y por ahí uno confiaba en la palabra de la gente que decía que sí, que había entrenado y que sabía, que conocía... Pero hay una realidad. Nadie te enseña andar…
Cuando empezamos a hacer las escuelas y las clínicas de seguridad, la verdad que sirvió muchísimo, la gente lo agradece, aprende, mejora. Sirve para todos los días no solo para los viajes. Fue un reto muy grande porque teníamos miedo de que la gente se aburra con la charla, porque como todo curso tiene una parte teórica y una parte práctica. Explicamos los componentes de la bici, como arreglarla. Pero la verdad que todo lo contrario, gustó y cada día son más.
Las clínicas nuestras son gratis, para los que viajen y para cualquiera que venga solo a escuchar con un amigo. Están todos invitados. La idea es poder tener la cultura de enseñar y darles herramientas a la gente que anda en bici por la seguridad de todos.
—¿De qué se trata la página que están por lanzar y qué información se puede encontrar ahí?
—Nos alegra un montón poder promocionar y contar que tenemos una página que hicimos con mucho esfuerzo, nos llevó ocho meses poder crearla. Nuestra página es www.argentinamtb.com. Ahí mostramos todos los viajes que hacemos, todas las travesías, los niveles de seguridad, ahí podes responder todas las preguntas que tengas sobre los viajes.
Llevó mucho trabajo y estamos orgullosos de poder lanzarla en septiembre y ahí tenemos mucha información para todos los ciclistas, no solo para los que viajan.
—¿Cuáles son los destinos a los que suelen ir y cuáles son los desafíos que se plantean?
—Los destinos donde vamos son todos los lugares turísticos de la Argentina donde nos gustaría ir o la gente nos sugiere. Gracias a Dios, nuestro país es hermoso y tiene muchos lugares, tenemos desde las Cataratas hasta el sur, pasando por sierra, desiertos, pradera, montaña. Y la verdad que son todos lugares lindos para recorrer y por eso hoy por hoy vamos armando variados destinos.
Tenemos armados viajes hasta diciembre del año que viene y a veces repetimos viajes, porque los grupos se van renovando, pero nuestra idea es recorrer todo el país en dos ruedas.
—¿Qué personas viajan con ustedes, de que edades estamos hablando, todo el mundo puede participar?
—Si la gente anda mucho en bici, más allá de lo deportivo es por lo emocional. Porque en la bici te desenchufas de todos los problemas de todos los días, es algo sano, que no es caro, uno con una bici y un casco se va y conoce lugares que de otra forma no conocería y se desconecta de todos los problemas y la verdad que eso está muy bueno.
Cuando nosotros creamos esto, veíamos que la gente se sentía realizada porque era desenchufarse, más vacaciones, más un grupo. Porque cuando uno viaja, la verdad que son 40 personas y uno no conoce a las 40 y se van formando nuevos grupos. La gente va como si fuera un viaje de egresados, pero a los 40, o a los 50 años. Se va a divertir y la verdad es que eso emociona un montón, llevarse eso la verdad es que es muy lindo.
—Para mucha gente el ciclismo es más que un deporte y lograr cumplir ciertos desafíos es casi una realización personal ¿Tenés alguna anécdota ilustrativa de esto?
—Sí, una vez uno de los ciclistas andando en una de las travesías se cayó de una ladera, una montaña. El señor tenía 50 años y me dijo: “Horacio, me hiciste sentir lo que sentía cuando andaba a los 12 años con la bici haciendo locuras”. Estaba re emocionado porque la pasó genial. Eso fue muy reconfortante.
Para cerrar quisiera agregar que están todos invitados, ya sea en forma individual o grupal… y que, si están solos y quieren venir, no tengan miedo, la van a pasar bien. Estamos para sumar y para que cada uno tenga su experiencia de viaje, que es única e irrepetible.