Cinturón gástrico ¿receta milagrosa?

Interés General

02/08/2014 - 03:00hs

Cada vez más personas recurren a la cirugía bariátrica para combatir la obesidad. En qué casos se recomienda y qué esfuerzos requiere

La vida sedentaria, la comida chatarra, la vorágine de la vida actual... estos factores, entre otros, fueron de a poco acrecentando los porcentajes de población obesa en todo el mundo, al punto que el sobrepeso se convirtió en una enfermedad pandémica.

En argentina, hay 7.200.000 obesos, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo. Cerca de la mitad vive en la provincia de Buenos Aires. 

Este cuadro afecta tanto a la salud física como emocional, y al estar muy arraigado a hábitos de vida, los tratamientos suelen ser extremadamente arduos para los pacientes. 

En este marco, la cirugía bariátrica aparece como la solución mágica, un sistema que “achica” el estómago para satisfacernos con muy poca comida. En la Provincia se realizan dos tipos de operaciones de este tipo: la “gastrectomía de manga” y el “by pass gástrico”. Ambas se hacen por laparoscopía y sólo requieren cinco incisiones que no superan el centímetro y medio.

Sin embargo, para los especialistas, no se trata de una receta milagrosa: los pacientes deben saber que el éxito de la cirugía depende del cambio drástico (para bien) de los hábitos alimenticios, de por vida.

El esfuerzo es de uno

Este tipo de cirugía “es una herramienta global para lograr mejorar la salud de las personas con obesidad”, explicó a Hoy Alejandro Grigaites, coordinador del área de Cirugía Bariátrica del Hospital Alemán de Buenos Aires, quien señaló que a pesar de ser una intervención de bajo riesgo (durante y después de la operación), no todos están aptos para realizarla.

En este sentido, Grigaites afirmó que suele indicarse a quienes “tengan un índice de masa corporal (IMC) mayor a 40, o menor a 40 pero con enfermedades asociadas a la obesidad”. Antes de la intervención se hace una dieta estricta, pero es después cuando llega la tarea más compleja. “Una persona con obesidad mórbida operada se convierte en un paciente crónico”, destacó el experto.

La persona que se operó deberá tomar conciencia que tanto los cambios de hábitos como los controles médicos de seguimiento son fundamentales para lograr una correcta evolución. “La persona debe continuar con el apoyo psicológico y emocional del entorno familiar para alcanzar el objetivo final: mejorar la salud. Pero la decisión de cambiar costumbres y el sostenimiento de las mismas están íntimamente relacionados con los resultados a largo plazo. Es el paciente quien determina su resultado según su propio esfuerzo”.

Asimismo, es importante realizar controles periódicos para monitorear la adaptación del metabolismo a este nuevo estado. “Durante estas visitas se evaluará la pérdida de peso, la tolerancia al alimento, su estado anímico y el sostenimiento del cambio de hábitos”, concluyó el especialista.