Ya suman diez las muertes confirmadas por coronavirus en geriátricos de la Provincia de Buenos Aires. La grave situación preocupa a los profesionales dedicados a la salud y al cuidado de los mayores
15/05/2020 - 00:00hs
La situación de los geriátricos encendió la alarma entre quienes velan por la salud de los adultos mayores. Al momento, se confirmaron 44 casos positivos y 10 muertes en los establecimientos de diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires. El caso más dramático sucedió en Hogar El Amanecer de San Martín, con 20 infectados y 5 fallecidos.
Al inicio de la pandemia, el Ministerio de Salud bonaerense elaboró y distribuyó un protocolo específico dirigido a los responsables y al personal de los geriátricos. Según detalló la cartera sanitaria, en la Provincia existen 1.000 geriátricos habilitados. En el mismo territorio, estiman que habría cerca de 2.000 residencias clandestinas. En tanto, en la ciudad de La Plata se calcula que 92 instituciones trabajan con los permisos correspondientes para alojar a los abuelos.
El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, presentó, en marzo, un proyecto a las autoridades gubernamentales. Lo hizo a través de su asociación Gerontovida, con el objetivo de que se declare la emergencia en establecimientos geriátricos, residencias de adultos mayores y centros de control
psiquiátrico, ya sean del ámbito público o privado.
“Nuestro planteo es respecto a los testeos, más que en relación a los protocolos. Necesitamos que haya pruebas totales para el personal y muestrales, para los residentes. Desde marzo venimos con este pedido, en consonancia con la recomendación del Comité de Epidemiólogos del Ministerio de Salud de la Nación. Están todos de acuerdo, pero nadie lo hace”, explicó Semino.
Anoche, la Cámara de Diputados trataba la regulación y fiscalización de los geriátricos, así como también la normalización de aquellos que no cuentan con las correspondientes habilitaciones.
El defensor de la Tercera Edad afirmó que Argentina es uno de los países del mundo que menos testea. En este sentido, afirmó: “Me parece que tiene que ver con razones políticas. Es un problema de los políticos, a quienes no comprendo, ni me interesa comprender”.
Según el presidente de Gerontovida, en el país hay 3.800 geriátricos habilitados que cuentan con 150.000 camas. “A ese número, habría que sumarle los clandestinos. Tienen que entender que cada uno de esos lugares es una mina subterránea que puede estallar en cualquier momento”, afirmó Semino.
Los profesionales de la gerontología observan la situación con gran preocupación. El médico integrante de la Asociación Gerontológica Argentina, Vicente Tedeschi, dijo: “Es importante que se hagan los testeos, aunque no creo que alcancen para todos los geriátricos. Ni siquiera se planteó la posibilidad de hacerlo con el personal de salud”.
Tedeschi abordó, según él, el mayor problema de estas instituciones y refirió: “El gran problema es que los empleados de la salud son golondrinas, van de un lado a otro. Atienden en dos o tres establecimientos al mismo tiempo y van como cuidadores a casas de familia”.