04/12/2014 - 07:26hs
En el promedio nacional, sólo tres de cada diez chicos que ingresan en la escuela primaria egresan del secundario. Y la ley que en 2005 convirtió el nivel medio en obligatorio prácticamente no tuvo impacto en la cantidad de graduados.
Según los últimos datos oficiales disponibles, en 2012 egresaron 285.699, apenas 4823 más que en 2003. Pero, además, de esos graduados adicionales, casi el 70% terminó en instituciones privadas. En América latina, la Argentina está al final de la lista cuando se consideran los porcentajes de la población que se gradúa de la escuela media en la edad esperada: sólo el 43%, contra el 70% de Perú; el 68% de Chile y el 63% de Cuba, por ejemplo.
La brecha entre las escuelas de gestión estatal y las de gestión privada se ensancha tanto como la que se da entre los alumnos de la Capital Federal y los de las provincias.
En el promedio del país, de los 691.301 chicos que empezaron primer grado en 2001 en la escuela estatal sólo 175.337 terminaron el secundario en 2012, apenas el 25,3%. En la privada, aquellos años empezaron la primaria 171.574 y egresaron del secundario 110.362, el 64,3%, según las estadísticas presentadas por Guadagni.
De cada 100 alumnos de sexto grado que ingresan en el secundario en la Capital egresan 43, mientras que en el promedio de 24 distritos del conurbano bonaerense sólo lo hacen 29; en Salta, 34, y en Chaco, 33, entre otros ejemplos.
Mientras que en promedio los institutos de formación docente en el país deberían dictar 3700 horas para lograr el título de profesor, según estos especialistas, en la práctica esto se reduce a un 60,7%, mientras que en Finlandia, el país modelo en educación mundial, se destinan 8100 horas para la obtención del título de maestro de grado. "La mirada global no es extranjerizar, sino ser ambicioso. Nada peor que mirarse al ombligo para mejorar la educación", comentó al respecto el legislador de Pro Iván Petrella. Por último, el experto remarcó la importancia de que los políticos tomen cartas en el asunto: "No hay manera de cambiar la educación si antes no cambiamos la manera de encarar la política", agregó el legislador.