Increíble: las abejas vietnamitas se defienden con caca
Las mismas utilizan su materia fecal para evitar ser atacadas por las avispas asesinas.
NaturalezaRecorrimos las calles de la ciudad para celebrar junto a nuestros lectores.
10/12/2020 - 21:23hs
Ya no son las cintas celestes y blancas que repartían French y Berutti bajo la mentida lluvia del 25 de mayo de 1810; ahora son globos verdes y blancos y diarios que se reparten para celebrar que la libertad de prensa sigue viva, y que nuestra ciudad tiene una voz que se alza para defender la diversidad de ideas, logrando lo que reclamaban aquellos hombres y mujeres de Mayo decididos a fundar una patria: que el pueblo pueda saber de qué se trata.
Los barbijos no impiden ver la alegría que hay en esas caras que reciben los diarios, en un diálogo que pone rostros concretos a tantos lectores apenas imaginados a la hora de escribir las notas, pero cuya presencia contundente se deja sentir, día a día, en la lectura fiel y sostenida sin la cual esta aventura periodística no podría tener continuidad y carecería de razón de ser.
Si salimos a la calle –con responsabilidad– para compartir nuestra alegría, es porque sabemos que, como decía Jauretche: “Nada grande se puede hacer con la tristeza”. Claro que no ignoramos lo difícil que es la alegría en tiempos de una pandemia que solo trajo desolación e incertidumbre.
Pero precisamente por eso tenemos que redoblar los esfuerzos, para que no se nos despinte la sonrisa de seguir batallando desde el periodismo por todo lo que aún falta, lo que nos merecemos: la posibilidad de una vida digna para todos. Para transformar la realidad hay que conocerla, y para conocerla hay que estar informados.
El periodismo tiene mucho que aportar en la tarea de recuperación de la dignidad colectiva. Ese fue el motivo por el que salimos por primera vez a la calle hace 27 años. El mismo motivo por el que desde entonces seguimos saliendo cada día.
Está cumpliendo 27 años no solo el diario Hoy, sino también todos los que tenemos el coraje de defender ese sueño. Nos hemos tomado en serio aquello de que la verdad nos hará libres. Es nuestro compromiso.