19/04/2016 - 16:54hs
Sabido es que cuando llegan las bajas temperaturas de finales de otoño y principio de invierno se intensifican las patologías respiratorias en las personas, como consecuencia del abrupto cambio de condiciones climáticas. Así, desde un resfrío hasta una neumonía pueden ser moneda corriente entre familiares y amigos.
Al respecto, el Dr. Silvio Aguilera detalla que: “En época no invernal, durante el 2015, las enfermedades como resfríos, gripe, bronquitis, faringitis y neumonía, representan un 16% de todas las atenciones que realizamos en vittal. Pero este porcentaje asciende a 24% en época invernal desde mayo a agosto, siendo el 60% adultos”.
Los síntomas de las enfermedades respiratorias más frecuentes son los siguientes:
Resfríos: Su duración es de 3 a 5 días y provocan síntomas como congestión o secreción nasal, tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre baja y dolores de cabeza.
Gripe: Su duración es entre 5 a 10 días, presenta síntomas similares al resfrío pero más intensos, apareciendo dolor muscular y fatiga.
Bronquitis: Puede ser una bronquitis aguda o crónica que se agudiza en la época. Se presenta con tos persistente con expectoración, fiebre, cansancio, decaimiento, dificultad para respirar y dolor en la parrilla costal.
Faringitis: Se manifiesta con dolor de garganta intenso, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular e inflamación ganglionar en el cuello.
Neumonía: Es la principal causa de internación en esta época del año. Presenta fiebre alta, dolor de espalda, tos con expectoración, malestar general con presencia de dolores musculares.
Para evitar el contagio y propagación de gérmenes, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
> Ventilar la casa durante el día aproximadamente unos 20 minutos.
> Cúbrirse la boca al toser o estornudar usando el antebrazo.
> Lavar de manera habitual sus manos con agua y jabón.
> Evitar cambios de temperatura brusca.
> Vacunarse contra la influenza y el neumococo. Es la medida de prevención más eficaz en aquellas personas vulnerables.
> Evitar el contacto directo con personas contagiadas.
> Consumir alimentos con alto porcentaje de vitamina C.
> Utilizar pañuelos descartables; ellos impedirán que este constantemente reinfectando sus manos.