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La gigantesca masa de hielo se desprendió de la Antártida en 2017. Estuvo detenida varios meses, pero ahora se mueve a la deriva.
08/12/2020 - 00:00hs
El iceberg A68a cobró vida tres años atrás, cuando se separó de la Antártida. Entonces, el acontecimiento no generó inquietud, porque durante un año el gigante de hielo permaneció junto a la plataforma de la que se desprendió, por lo que muchos creyeron que se quedaría allí. No obstante, en 2019 fue atraído por el llamado Giro de Weddell, una corriente oceánica que hizo virar el iceberg unos 270 grados y lo desplazó unos 250 kilómetros hacia el norte.
Se estima que el A68a tiene una superficie de 4.200 kilómetros cuadrados, algo así como 21 veces la ciudad de La Plata. Según las últimas imágenes satelitales, el iceberg se acerca a las islas Georgias del Sur, ubicadas en el océano Atlántico Sur a poco más de 1.500 kilómetros de las islas Malvinas.
Según el análisis de las últimas capturas satelitales, la enorme masa de hielo ha adoptado una estructura más irregular de la que tenía un tiempo atrás, producto del impacto de las olas y las aguas más cálidas. Por estas horas, la mayor preocupación de los expertos pasa por la trayectoria, que podría tener consecuencias “impredecibles” para la vida silvestre que las habita.
Últimas imágenes
Desde que el iceberg se separó de la plataforma de hielo Larsen C de la península antártica, y luego de que se mantuviera estable durante alrededor de un año, la trayectoria fue monitoreada por la comunidad científica. Luego de varios meses donde la nubosidad había vuelto imposible la tarea de fotografiar el A68a, el último domingo de noviembre lograron volver a tener capturas nítidas de la enorme masa de hielo. Con sorpresa, los expertos advirtieron que todavía conserva alrededor del 70% de su masa y que tres años a la deriva no lograron desgastarlo.
A poco de haberse desprendido, se calculaba que el A68a tenía unos 160 km de longitud, un área de casi 6.000 kilómetros cuadrados y un grosor de unos 200 metros. “La idea de que todavía está en una sola pieza es realmente notable, particularmente dadas las enormes fracturas que se ven en las imágenes del satélite. Se esperaba que se hubiera roto a estas alturas”, reveló a la BBC el doctor Andrew Fleming del British Antarctic Survey (BAS).
Reserva ecológica
Dado que las islas Georgias del Sur son una de las mayores reservas ecológicas del mundo y hábitat para millones de animales antárticos, el comportamiento del témpano es seguido de cerca: la amenaza de daños irreparables en la vida silvestre es el desenlace más temido.
Del análisis de la trayectoria del gigante de hielo surge que este podría chocar con las islas, que tienen un tamaño similar al objeto: las proyecciones indican que el A68a podría golpear la plataforma continental y deslizarse alrededor de su borde sur.
Otra opción no menos probable es que el iceberg se atasque en el lecho marino de las islas, lo que cortaría las rutas de alimentación de pingüinos y focas, impidiendo que puedan alimentar adecuadamente a sus crías.