El mate se impone al café con leche y el Senado lo aprobó: infusión nacional

La “infusión nacional” pica en punta cada vez más en cuanto a gustos. El mate, que como bien describió el periodista Lalo Mir, “en este país nadie toma mate porque tenga sed; es más bien una costumbre, como rascarse”, según un relevamiento está fijo en las costumbres del 70 % de los argentinos, quienes lo toman cada día. Y de ese porcentaje, la mitad lo tiene presente en sus desayunos.

“El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo”, describía perfectamente el colega.
Dicho relevamiento hecho por la consultora Kantar Worldpanel, establece que en el segundo lugar quedó el café con leche y más tras el té.

Pero el mate también supera al consumo de agua pura e incluso a las gaseosas. Por persona, bebemos unos 100 litros de mate al año.

La especialista Josefina Armendares, ingeniera agrónoma, asesora de CBSé, señaló que “mateamos cada vez más y el consumo en el primer semestre de 2013 superó el de los últimos cinco años”, según cifras del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate). Se registraron más de 63 millones de kilos frente a 55 millones en el mismo período del 2012.

“De las infusiones, fue la primera que se instaló en la vida colonial”, dice Armendares. El consumo se consolida a partir de los 25 años y en cuanto a las vitaminas el mate aporta las A, B, C y E. “Un mate de 50 gramos de yerba con medio litro de agua, como dosis diaria, aporta casi todas las vitaminas que un adulto sano requiere por día y además es un antioxidante más poderoso que el té verde, el jugo de naranja o el vino, gracias a sus polifenoles”.

Su composición de mateína estimula el ritmo cardíaco y el potasio regula la presión sanguínea.

Por supuesto que también tiene contras: los excesos. Que provocan acidez, gastritis e insomnio. Como parte de los cuidados, en la ciudad se ofrecen yerbas de secado natural, sin procesamiento artificial, evitando la oxidación de la hoja y por tanto es un reductor del efecto acidificante. Además, no tiene adición de saponinas, una sustancia que se halla en baja dosis en la yerba, pero que las empresas yerbateras agregan como aditivo para lograr mayor espumosidad y resistencia al “lavado”. La saponina es la causante de acidez en el consumo habitual del mate.