08/03/2014 - 07:41hs
La UNLP acusa al Ministerio de Transporte de la Nación por dejar la formación fuera de servicio “hasta nuevo aviso” y exige respuestas a Randazzo. Otro papelón en clave “K”
El Tren Universitario se planteó como un proyecto que beneficiaría a estudiantes y docentes, y que revalorizaría el transporte ferroviario. Sin embargo, terminó convirtiéndose en otro símbolo del fracaso K. El aparato (que Cristina Kirchner ponderó en su primer discurso del año a pesar de estar en reparaciones) sigue sin funcionar, y generó cruces entre la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el oficialista Ministerio de Transporte.
Desde la casa de estudios afirman que el “service anual” del tren (que lo dejó inactivo desde enero) a cargo de la prestataria Ugofe ya está listo y fue exitoso, pero que no se pone en funcionamiento debido a “trabas administrativas” que –tal como había adelantado Hoy- tendrían como telón de fondo disputas en el sector ferroviario relacionadas con el oscuro negocio de los subsidios.
Las autoridades de la UNLP exigieron al ministro K Florencio Randazzo que acelere la gestión, que explique cuáles son los motivos de las trabas que impedirían prestar el servicio. Al menos hasta ayer no obtuvieron respuestas. “La preocupación es grande, sobre todo porque ya arrancaron los cursos de ingreso. Queremos que nos den garantías de que el tren se ponga en funcionamiento y que nos digan cuándo lo hará” afirmaron.
Por su parte, para la empresa Empea (que se quedó con la línea Roca luego de la re-privatización que gestionó Randazzo) el “Tecnotren” es un inconveniente: por su tipo, no obtiene subsidios redituables. Aquí podría estar el meollo del problema, en el que intervienen actores como los gremios, la Comisión Nacional de Transporte, el Ministerio y la prestadora.
Mientras tanto, miles de estudiantes, docentes e investigadores observan como el dinero que podría haber sido destinado por la UNLP a una mejor educación, quedó abandonado a la vera de un andén de 1 y 44. La Universidad platense tendrá que rever su orden de prioridades a la hora de utilizar el presupuesto.
Desidia sobre rieles
Desde su lanzamiento el 26 de abril pasado, el Tren Universitario no ganó para disgustos. A dos semanas de su puesta en funcionamiento, descarriló. A esto le siguieron un sinfín de roturas y hasta se produjeron accidentes.
Cabe destacar que para poner en marcha el malogrado transporte, se gastaron 700 mil dólares, para un recorrido de 28 cuadras, en un área donde pasan varias líneas de colectivos. Pero más allá de su ineficacia, nada pudo hacerse para frenar la compra del “fetiche” de la presidenta. Hasta Randazzo reconoció el capricho: “este es un anhelo de Cristina” había anunciado durante la inauguración.