Fin de año en la Antártida

El rompehielos ARA Almirante Irízar y personal militar y científico del Comando Conjunto Antártico se encuentran, por estos días, ejecutando la Campaña Antártica de Verano 2020-2021. En una entrevista concedida de manera exclusiva a diario Hoy, el comandante del Componente Terrestre del comando Conjunto Antártico, coronel Adolfo Humarán, explicó que la tarea “consiste principalmente en el relevo y reabastecimiento de las bases, y está dividida en tres fases. En la primera se lleva a cabo el relevo y reabastecimiento de las bases del norte de la pe­nínsula, Carlini, Esperanza y Maram­bio. La segunda tiene centro de gravedad en las bases al este de la pe­nínsula antártica, Orcadas y Belgrano 2. La tercera incluye a la base San Martín, al suroeste”.

En el marco del relevo de personal científico y militar, reabastecimiento de combustible y el retiro de residuos de todo un año, la pandemia desembarcó en el continente, el único que hasta el momento estaba libre de Covid-19. Se trata de unos 36 contagios registrados en los últimos días en la base chilena Bernardo O’Higgins Riquelme, situada a 50 kilómetros de la base Esperanza, el punto argentino más cercano.

—¿Cómo recibieron la noticia de la llegada del coronavirus a la Antártida?
—La llegada del coronavirus a la Antártida nos sorprendió. En los foros internacionales se habló mucho sobre las posibilidades de que esta enfermedad llegara al continente durante este verano y las medidas precautorias que los programas antárticos debían realizar para evitarlo. Sabíamos que era probable que ocurriera, pero nos preparamos para que no sucediera en nuestras bases.

—¿En qué momento los encuentra?
—En pleno desarrollo de la Campaña Antártica de Verano, que está diseñada en dos partes: la primera consistió en la cuarentena del personal, la segunda es la ejecución misma de la campaña. Todo el personal que debía ir a la Antártida, personal científico, logístico y dotaciones de las bases y buques, tuvo que hacer una cuarentena de 15 días con dos exámenes PCR, uno al inicio y otro al final de la cuarentena. Dando negativos los dos PCR, el personal fue llevado a los buques o aviones, para su traslado a la Antártida. Tres contingentes han hecho estas cuarentenas y nos queda solo uno más por concurrir al continente.

—¿Se han podido desarrollar las tareas de investigación estipuladas para este año o la pandemia ha impactado en el normal desarrollo?
—Los países que desarrollan actividades en la Antártida, en general, han reducido al mínimo las tareas científicas, con la finalidad de evitar llevar la Covid-19 al continente. Debe considerarse que este objetivo se relaciona directamente con las limitaciones médicas que hay en las bases, y en especial las relacionadas con las dificultades para realizar evacuaciones médicas a cada país. Y la Argentina no escapa a estas dificultades. Por tal motivo, se coordinó que solo participara de la campaña el personal esencial para cumplir las tareas logísticas y actividades científicas en los buques, y el personal logístico y científico de dotaciones de las bases a ser relevadas. Sí, el Covid ha afectado el desarrollo de las actividades en la Antártida, pero nos hemos adaptado a esta nueva “normalidad” adoptando medidas preventivas.

—¿Cómo se preparan los argentinos allí para recibir el 2021?
—Como saben, las fiestas son para los argentinos fechas para estar en familia. Aquellos que se encuentran en la Antártida sin duda notarán la ausencia de sus seres queridos. En este sentido, las dotaciones de los buques y bases las celebran reunidos. Son fiestas y son ocasión de alegría. Sin embargo, estas reuniones sirven para acompañar y suplir en parte esa nostalgia por estar con nuestros seres queridos. A pesar de esto, todos sabemos que estamos cumpliendo con tareas importantes para nuestro país. En la Antártida no hay fines de semana y, como en esta época del año cada día tiene casi 20 horas de luz, se trabaja en forma continua. También en los buques se trabaja día y noche. Por eso durante las fiestas lo seguiremos haciendo. Solo haremos un corte en el trabajo para cenar y brindar juntos, continuando luego con nuestras actividades con normalidad, solo que acompañados en nuestro interior por el recuerdo de nuestros familiares y seres queridos.