03/06/2016 - 06:00hs
Francisco recordó al sacerdote argentino José Gabriel Brochero, que será canonizado el próximo 16 de octubre en Plaza San Pedro, y aseguró que el futuro santo cordobés “soñaba con morir galopando” para darle “la unción a algún enfermo”.
“El cura Brochero, de mi patria, el beato argentino que pronto será canonizado, se dejó trabajar el corazón por la misericordia de Dios”, afirmó ayer el pontífice en su segunda meditación en el retiro espiritual del Jubileo de los sacerdotes y seminaristas, que termina hoy.
En una ceremonia histórica para el país, Francisco encabezará la canonización del cura Brochero el próximo 16 de octubre, y lo convertirá en el primer santo nacido y muerto en la Argentina.
El sacerdote argentino, nacido el 16 de marzo de 1840 y fallecido el 26 de enero de 1914, fue beatificado en septiembre de 2013, en una celebración de la que participaron unos 200.000 fieles, en el pueblo que lleva el nombre del cura.
Brochero había sido declarado “venerable” por Juan Pablo II en 2004.
El primer milagro certificado de Brochero fue el de Nicolás Flores, que revirtió un cuadro inicial de posible “vida vegetativa” tras un accidente.
En septiembre del año pasado, una junta de siete médicos determinó que “no hay explicación científica” en el caso de la niña de San Juan, Camila Brusotti, recuperada de múltiples heridas que derivaron en un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho.