23/03/2016 - 06:44hs
Desde la semana pasada, diario Hoy viene informando sobre distintos problemas derivados del cierre de distintos servicios en el Hospital Italiano de nuestra ciudad. Así, se advirtió la desaparición de la unidad de Ciudados Progresivos Pediátricos, luego de un conflicto con profesionales médicos que decidieron renunciar porque desde el nosocomio se negaban a pagar aquello que le corresponde a quienes realizaban las guardias nocturnas. Ante nuestra publicación, se sumaron reclamos por el cierre anterior de otro área: el de Odontología.
Las sospechas de estos cierres recaen en un ajuste disimulado después de que se cortara el flujo de fondos desde el Estado. El gobierno sciolista, a través de la obra social Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), favoreció a la institución con millonarios beneficios a cambio de prestaciones gratuitas y solidarias que nunca se realizaron. Negocios que hoy la gobernadora Vidal no denuncia.
Gran parte de estos favores fueron dados a partir de dos resoluciones -la 792/07 y la 4742/07- del Ministerio de Salud de la provincia mediante las cuales se les otorgó tanto al Italiano como al Hospital español el rango de Efector Comunitario Calificado (ECC), una calificación utilizada por el IOMA como excusa para entregarles un aporte mensual equivalente al 8% adicional sobre toda su facturación a cambio de las mencionadas prestaciones médicas no concretadas.
La desaparición de la unidad pediátrica, que para su cierre también contó algunos despidos, se suma a la del servicio de Odontología, sucedida ya un año atrás. Por entonces, con el jefe del servicio de licencia, se procedió a desmantelar el área. “Al principio se dijo que la habían cerrado por reparaciones, para justificarse” explica a diario Hoy quien fuera el Jefe del Servicio, el Dr. Marcelo Arcuri. “ Es cierto que todo estaba en muy mal estado. Nosotros propusimos mejorarlo a nuestro costo, reemplazar el equipamiento y alquilar el espacio, pero no aceptaron. El director (el Dr. Roberto Martínez) dijo que no interesaba. Es una lástima porque allí realmente se brindaba un servicio a la comunidad, desde hacía más de 95 años. Se atendía chicos con leucemia, pacientes cardíacos, trabajábamos mucho y nuestro cobro era ínfimo” explica el médico, que por el cierre fue desvinculado de la Institución como los otros ocho médicos del área. Para peor, no hubo despidos, porque no tenían contrato, sino un convenio. Una forma legal que perjudicó aun más a los dedicados trabajadores a los que se les pagaba de forma deficiente.