Incidentes, detenidos y caos vehicular en el centro platense

Interés General

13/12/2017 - 00:47hs

Un megadespliegue, encabezado por más de 300 efectivos policiales, terminó con al menos seis manteros demorados y un agente de tránsito hospitalizado

Momentos de tensión y preocupación se vivieron ayer por la mañana en el centro de la ciudad, a partir de un sorpresivo megaoperativo contra la venta ilegal. El despliegue, que en realidad comenzó en horas de la madrugada con la confiscación y desarme de algunos de los puestos que copan el centro, fue encabezado por alrededor de 300 efectivos de Gendarmería, Policía Federal y Bonaerense, junto a agentes comunales, con el objetivo de desalojar los puestos de manteros ubicados sobre calle 7, 8, 12 y diagonal 80. 

Como resultado del procedimiento, que se extendió durante toda la mañana, en la comisaría Primera quedaron detenidas seis personas y un agente de tránsito tuvo que ser trasladado al Hospital Español tras recibir una golpiza. 

El operativo fue incrementándose desde temprano, con despliegues que tuvieron lugar sobre avenida 7 desde Plaza Italia hasta calle 54;  en calle 8, desde diagonal 74 a 51; en calle 12, de 54 a 60, y en diagonal 80, de calle 1 a 6.  

La situación implicó que automovilistas y transeúntes debieran armarse de paciencia para sortear el caos vehicular. Pero fue en avenida 7, epicentro del conflicto, donde el panorama se volvió más insufrible. Por esto, hasta horas del mediodía el transporte público y los vehículos particulares tuvieron que tomar vías alternativas debido a que las calles que comprenden la zona más transitada del microcentro platense se cerraron para realizar esta acción. 

Durante el procedimiento, que contó con la participación de personal de Migraciones, se confiscaron varias toneladas de mercadería y se retiraron a más de cincuenta manteros de la vía pública. Según se informó, entre los objetos incautados se registraron más de quinientos pares de anteojos, doscientas gorras, ochenta relojes, veinte cajas de vidrios templados para celulares, catorce cajas con cargadores, cincuenta auriculares, dos bolsones con carteras, entre otros objetos.

Para los vendedores, el operativo fue “un atropello sobre el derecho al trabajo” y contra ello protestaron prendiendo fuego cubiertas y maderas sobre avenida 7, entre 47 y 49. Tapándose los rostros y piedras en las manos, los manteros estuvieron expectantes a la avanzada de la fuerza policial, que se mantuvo en guardia. El operativo era escudriñado por comerciantes aledaños y muchos de ellos, temerosos, bajaron las persianas de sus locales hasta que la situación se normalizó.  “Se llega a esta instancia porque la Municipalidad hizo la vista gorda durante los últimos meses”, destacó el dueño de un negocio céntrico a este medio. 

Una propuesta que no convence

Ya en horas de la tarde, algunos representantes de los vendedores ambulantes se acercaron hasta el Palacio Municipal para intentar llegar a un acuerdo con las autoridades comunales. En una reunión informal, desde el gobierno local mostraron firmeza en la decisión y se les volvió a ofrecer la posibilidad de una eventual reubicación, en una feria ubicada en calle 96, algo que para los manteros no cabe como posibilidad. “Ellos quieren mandarnos a un lugar donde noso­tros ya sabemos que no vendemos nada, nos morimos de hambre”, explicó el vendedor ambulante, Héctor Milone. En esta misma línea, el puestero Mario Calderón propuso: “Queremos trabajar durante las fiestas, hasta marzo, y después de esa fecha sentarnos a charlar para ver cómo seguimos”. 

Por su parte, desde la Comuna recordaron que la actividad de los manteros está “penada por ley y representa una competencia desleal para el comerciante que debe abonar un alquiler, impuestos, servicios, cargas sociales de los trabajadores y cumplir con lo que dictan todas las ordenanzas para tener su local habilitado”. 

Cabe destacar que mientras el foco del conflicto se trasladó a las puertas del Municipio, hacia la tarde algunos puesteros volvieron a su actividad y se mantuvieron tenaces sobre la intersección de 48 y 7, de calle 9 desde 44 a 60, y sobre diagonal 80 de 2 a 115. Al ser detectados, nuevamente la mercadería que tenían fue secuestrada y derivada a los galpones de 20 y 50. Otra vez los peatones y transeúntes que circulaban por allí fueron testigos del momento de tensión y discusiones en tono alto.