La primera escritora profesional
Madeleine de Scudery brilló en los salones parisinos del siglo diecisiete y escribió la novela más larga de la literatura francesa. Fue la primera mujer que pudo vivir de sus libros.
culturaMadeleine de Scudery brilló en los salones parisinos del siglo diecisiete y escribió la novela más larga de la literatura francesa. Fue la primera mujer que pudo vivir de sus libros.
10/03/2025 - 00:00hs
Inspirada por Safo de Mitilene y famosa en los grandes salones literarios de París, fue una mujer transgresora que, si bien escribió sobre temas asiduos en la literatura, como el amor, lo hizo desde una perspectiva diferente y novedosa. Sus diálogos, de enfoque fundamentalmente ético, examinan las virtudes y los vicios propios de la sociedad aristocrática de la época. También exploran cuestiones de psicología moral, en particular la interacción entre el temperamento y el libre albedrío.
Nacida en Le Havre, Normandía, en el norte de Francia, en el seno de una pequeña familia aristocrática, Madeleine Scudéry fue a menudo tachada de burguesa por sus críticos. Huérfana a los seis años, quedó al cuidado de su tío, un eclesiástico que le proporcionó una amplia educación. Lectora voraz, descubrió las novelas épicas por entregas que se convertirían en su género literario preferido como autora. Scudéry también comenzó su iniciación filosófica con la lectura de Montaigne, quien influiría en su posterior simpatía por el escepticismo, y Plutarco (en la traducción francesa de Jacques Amyot), quien la introdujo a la filosofía estoica de la razón, la voluntad y la virtud.
Durante su adolescencia, se estableció en Paris junto a su hermano durante la última mitad del siglo XVII, con el seudónimo de Safo. Fue conocida como la primera mujer literata del mundo. Durante mucho tiempo, sus críticos la han catalogado de pedante y preciosista , pero sólo recientemente ha despertado el interés de los filósofos profesionales. Los críticos han desestimado sus extensas novelas por ilegibles, su famoso salón de los sábados por amateur y sus ideas filosóficas por derivadas y confusas. Sin embargo, en la reciente expansión feminista del canon de las humanidades ha aparecido otra Scudéry. En esta reevaluación ha surgido el significado filosófico de sus escritos. Su corpus literario presenta una versión novedosa del antiguo método filosófico del diálogo; también expresa teorías originales y sofisticadas sobre las disputas éticas, estéticas y teológicas de la modernidad temprana. Según ella la forma en que se conversa y los temas que se abordan proporcionan nuevos conocimientos y formas de pensar.
Inició su carrera literaria bajo el nombre de su hermano Georges, publicando una novela histórica, “Ibrahim o el Basa ilustre” , en 1641 y “Mujeres ilustres o arengas heroicas”, en 1642. En esta última novela, creó una serie de discursos de mujeres famosas, Scudéry crea diatribas ficticias pronunciadas por mujeres poderosas en un momento de crisis, a menudo al borde de la muerte. Más adelante, con la publicación de “Artamène o el gran Ciro” , una novela impresa en diez volúmenes –la novela más larga de la literatura francesa-, Scudéry adquirió fama literaria. Una de las novelas más largas del mundo, con más de dos millones de palabras, la obra atrajo a un amplio público lector europeo todavía ávido de romances históricos por entregas.
Más adelante en su vida, Scudéry publicó sus obras más filosóficas. Etiquetadas como "conversaciones", estas obras eran una serie de diálogos que presentaban los problemas filosóficos y literarios que se debatían comúnmente en los salones; las antologías contenían diálogos extraídos de las novelas anteriores, diálogos reelaborados y diálogos creados expresamente para las nuevas colecciones. Entre esos diálogos, alcanzaron mayor resonancia los dedicados a la educación de las niñas y a la institución social del matrimonio.
Mademoiselle de Scudéry, quien había abierto su propio salón literario en el barrio parisino del Marais- al que concurrían celebridades como Madame La Fayette, Françoise de La Rochefoucauld o Chapelain- y que fue la primera mujer en obtener el Premio de Elocuencia de la Academia Francesa, murió el 2 de junio de 1701. Fue enterrada en la iglesia parisina de Saint-Nicolas-des-Champs.