Villa Elvira

La Secundaria nº 81 retomó las clases tras el incendio que destruyó parte del edificio

Se trata de la institución educativa que comparte locación con la Primaria nº 23 de Villa Elvira. Ayer, los estudiantes pudieron volver a cursar en cinco aulas reacondicionadas

Ahora tenés que salir por allá”, indicó una preceptora a un docente que se encontraba desorientado. Es que, luego de que el domingo 29 de octubre se incendiara el edificio que comparten la Primaria nº 23 y la Secundaria nº 81, en 7 y 601, la comunidad educativa de estudiantes, docentes, auxiliares y padres debió reacomodarse para cumplir con el objetivo de finalizar el ciclo lectivo 2017. 

El viernes pasado, la Primaria volvió a dictar clases en las aulas que le prestó la institución privada Santa María de los Ángeles de Villa Elvira. Ayer, por su parte, fue el turno de la Secundaria, que por tener una matrícula menor al Primario (220 alumnos) continuó en las aulas que no destruyó el siniestro, en el marco de un plan de contingencia pedagógica.

“Desde el día siguiente a la tragedia, decidí que nos íbamos a quedar acá. Son chicos con un grado de pertenencia altísimo”, contó a diario Hoy la directora de la institución, Rosana Vega. “Estuvieron desde el minuto uno colaborando, conteniendo y arreglando”, sostuvo la docente, y agregó: “Quiero destacar que bajo ningún punto de vista un alumno de este establecimiento tiene que ver -si la hay- con la intencionalidad del incendio. Ellos defienden este espacio como su lugar”. 

Rosana explicó que, entre las opciones que se barajaron en las reuniones con la jefa de inspectores de la Región I, se acordó trabajar lo más rápido posible en adaptar el espacio que no había sido afectado por el fuego y mantener las clases allí. Con varias placas de durlock que dividieron la parte intacta de la incinerada, el espacio de la 81 se redujo a la mitad. Así, a partir de tres aulas se inventaron cinco, de un pasillo se hizo una sala de profesores y, con un poco de imaginación, resurgieron. 

“Seguimos gracias al esfuerzo y el trabajo humano”, dijo emocionada a este medio Patricia Gallardo, una de las auxiliares, quien estuvo junto a su familia ayudando en la reconstrucción. “Si bien es una forma provisoria para que los chicos no pierdan clases, queremos que el ciclo 2018 inicie de otra forma, que la tragedia sirva para que finalmente tengamos nuestro propio edificio”, argumentó, por su parte, la directora.

Con todo, el plan de contingencia pedagógica resolvió una forma de cursar adaptada tanto a las posibilidades de los más de 80 docentes que tienen horas en la institución, como al estudiantado. “Al contar solo con cinco salones, definimos que algunos cursen tres veces por semana y otros grupos, dos. A la semana siguiente invertimos la modalidad para que todos puedan rotar por las materias”, aseguró la preceptora Lucía Díaz, y agregó: “Volver era lo que ellos querían”. 

En concordancia, desde la Dirección General de Escuelas provincial confirmaron que, para que los 220 chicos puedan asistir de lunes a viernes, van a construir tres aulas provisorias más. Las clases concluirán el 24 de noviembre para los estudiantes que cursan de 1º a 5º año. “Nuestro esfuerzo está encaminado a los que egresan, los 22 chicos de 6º, para que más allá del bajón psicológico puedan finalizar con las herramientas necesarias para emprender otro camino, como debe ser”, concluyó Vega.

Noticias Relacionadas