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19/02/2017 - 01:00hs
El colectivo de la empresa chilena Turbus volcó a pocos kilómetros del paso fronterizo Los Horcones. Superaba en 60 kilómetros por hora el límite de velocidad permitido. Entre los heridos, hay cuatro niños en terapia intensiva
El espectacular vuelco del colectivo de la empresa chilena TurBus, que dejó 19 personas muertas y decenas heridas, se convirtió en la peor tragedia vial de Mendoza.
Aunque, según los primeros testimonios, el colectivo circulaba a alta velocidad, todavía no se conocen las causas concretas del siniestro que ocurrió ayer en el kilómetro 1.223 de la Ruta Nacional 7, a la altura del Parque Provincial Aconcagua, a dos kilómetros del Complejo Fronterizo de Horcones.
“Posiblemente hubo una falla humana”, explicó Victoriano Gómez, gerente de comunicación de la empresa de transportes.
Leandro Torres, uno de los sobrevivientes del accidente, denunció en el Hospital Dr. Luis Chrabalowski, donde se le dieron los primeros auxilios, que el micro de la firma chilena viajaba “a muy alta velocidad”. “Yo iba en el micro, en la parte del medio. Estaba durmiendo, me desperté cuando el colectivo ya estaba en el aire, y sentí todo el golpe, arrastré toda la espalda dentro del mismo colectivo”, declaró Torres, uno de los primeros pasajeros en hablar. “Yo iba del lado del pasillo. Salí por mis propios medios y empecé a ayudar a las demás personas, a las que más se podía”, agregó.
Los pasajeros heridos fueron derivados al Hospital Central (los más graves), al Hospital Lagomaggiore, y los niños Lían Juan Cruz Maldonado, Jorge Luis Maldonado, Dilan Olivera Sánchez y Thiago
Olivera Sánchez, todos argentinos, al Hospital Pediátrico Humberto Notti. Los menos lastimados fueron internados junto a Torres en el Chrabalowski, de Uspallata.
Los momentos de mayor angustia se vivieron ayer por la tarde, cuando los deudos de los pasajeros muertos fueron autorizados a entrar a la Morgue judicial a reconocer los cadáveres. Tras la venia del procurador de la Corte provincial, Alejandro Gullé, los familiares ingresaron a través de una dependencia de Vialidad contigua, donde eran recibidos por un grupo de psicólogos que realizaban una contención emocional antes de que se enfrentaran con el reconocimiento de los cuerpos.
En simultáneo, la compañía de transporte dio a conocer un comunicado: “Ante el lamentable accidente ocurrido en Mendoza, más precisamente en el sector Horcones, al llegar al parque Aconcagua, Turbus informa que tras los hechos acaecidos, inmediatamente personal de la empresa se desplazó hasta el lugar para atender la emergencia y colaborar con las tareas de Gendarmería y los servicios médicos de urgencia”. Además, el mensaje precisó que en el colectivo viajaban “40 personas: cuatro chilenos, un haitiano, un colombiano y 32 argentinos, además de dos tripulantes. Entre los pasajeros viajaban tres menores de edad de nacionalidad argentina”. Según confirmó el procurador Alejandro Gullé, el micro viajaba a 100 kilómetros por hora en un tramo donde la máxima es de 40. Los dos conductores de la unidad quedaron a disposición de la Justicia en Luján .
Una empresa cuestionada
El de la madrugada de ayer no es el primer accidente que protagonizan los colectivos de Turbus. Las quejas en el país trasandino se replicaron en el último tiempo por los episodios viales que protagonizan sus choferes.
Los que más se recuerdan, por su espectacularidad, son dos. El 17 de mayo de 2006, una unidad proveniente de Villa Alemana cayó al río Tinguiririca desde el puente que lo cruza, dejando 25 personas muertas y 26 heridos. El 23 de noviembre del año 2010, en el kilómetro 45 de la Ruta 78, ocurrió la llamada Tragedia de la Autopista del Sol. Hubo 20 personas muertas y 25 heridas cuando un colectivo de la empresa chocó de frente contra un camión que cargaba alimento para aves. Se cree que el conductor se quedó dormido.
Por estas horas, con la desgracia ocurrida en suelo mendocino, los diarios chilenos recordaron que Turbus lidera cómodamente la tabla de accidentes en Chile, con un saldo lamentable entre 2006 y la actualidad de 104 personas muertas.