03/02/2016 - 06:57hs
Ya pasaron 8 días del deceso de un médico que estaba enrolado en el ejército argentino. Su cuerpo sigue en la Antártida y la familia espera cada vez con más dudas
Luego del fallecimiento del marino Alejandro Martín Schneiter, acaecido el 25 de enero último en situaciones que aún se tratan de esclarecer cuando sólo faltaba un día para llegar a la Antártida, el cuerpo de la víctima sigue sin ser regresado al continente donde lo esperan sus familiares, quienes viajaron de su hogar en Mendoza a Ushuaia.
Otra página lamentable se escribió en la víspera cuando el avión de las Fuerzas Aéreas que partió a buscar los restos del médico, tuvo que aterrizar de emergencia y quedar varado en Ríos Gallegos cuando se dirigía a la Base Marambio. Una muestra del total desmantelamiento que han sufrido desde la llegada del kirchnerismo al poder, tal como advirtió diario Hoy.
Se trata del avión Hércules, una de las dos naves con que cuenta la fuerza, que no pudo completar su recorrido al romper la tapa derecha del tren de aterrizaje.
La Armada ya había experimentado un revuelo al conocerse la noticia, puesto que el teniente de fragata de 39 años murió a bordo del remolcador ARA "Suboficial Castillo" (que transitaba su segunda campaña antártica).
El espíritu aventurero de Schneiter, recibido de médico en su juventud, lo llevó a trabajar en hospitales de Barcelona, Nueva York, residir en Sudáfrica, y desde hace 4 años, formar parte como civil en las Fuerzas Armadas después de trabajar en la organización humanitaria Médicos sin Fronteras.
Hoy, suspenso e impotencia invaden a sus familiares. Luego de que se les informara telefónicamente del deceso por un infarto no traumático, no hubo más precisiones. Según comentarios que se escucharon de parte de compañeros embarcados,“la muerte pudo evitarse”. El marino, en esta ocasión, arrastraba una neumonía y no estaba apto para subir al buque, pero al ser el único médico del barco, se habría dado a sí mismo el “apto físico”, con la anuencia del capitán que lo dejó subir en Ushuaia cuando la infección ya estaba generalizada.
Ante estas versiones, la Armada defendería su accionar, como que fue una decisión de Schneiter la de embarcar en el estado desesperante que ya mostraba.
Pero, su padre dijo que “No tenía ningún problema de salud porque si tenes problemas no te dejan subir a un barco".