Unas 800.000 personas coparon Plaza de Mayo en reclamo contra el ajuste presupuestario a la educación superior. Sumando a todo el país, la cifra superó el millón.
La concentración estaba convocada para las 15 horas, pero desde la mañana comenzaron a llegar a la Ciudad de Buenos Aires centenares de profesionales, docentes, estudiantes, organizaciones sociales, gremiales y directivos de universidades que participaron de la gran marcha en defensa de la educación pública.
“Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”, fue uno de los cánticos que se escuchó a lo largo de la movilización que fue desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo. “La marcha está generada por el recorte en el presupuesto que sufrimos todas las universidades nacionales y que alcanza un 80% en los gastos de funcionamiento respecto del año pasado”, dijo a diario Hoy Pablo Evelson, decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
El problema es que ese recorte “impide el normal funcionamiento de las unidades académicas y pone en riesgo las actividades hacia adelante”, agregó. Otro de los reclamos estuvo relacionado con la pérdida del poder adquisitivo de los docentes, que perdieron un 35 por ciento en sus salarios.
A su turno, Alejo Pérez Carrera, decano Facultad de Ciencias Veterinarias, destacó la “defensa de presupuesto y del funcionamiento del sistema universitario de la Argentina,
que tanto orgullo y tanta trascendencia ha tenido para el desarrollo socioeconómico de las personas”.
Familias enteras se hicieron presentes en las calles, poniendo en valor la educación pública: “Soy lo que soy gracias a la universidad pública, no hubiese podido tener mi casa ni desarrollarme sin acceso a ella. Por eso quiero que mis hijos puedan vivir lo mismo”, planteó una mujer, visiblemente emocionada.
El mensaje al cierre de la marcha
Al final la lectura del documento fue llevada adelante por la presidenta de la Federación Universitaria Argentina, Piera Fernández de Piccoli, quien expresó: “La universidad pública argentina atraviesa un período crítico como consecuencia de las políticas implementadas por el Gobierno nacional. Convocamos a la ciudadanía a trabajar para sostener las universidades abiertas haciendo docencia, investigación y extensión. Las universidades públicas son uno de los motores de la democracia. Sin salarios dignos de docentes y no docentes, la universidad pública es inviable. Rechazamos la política de ajuste y de disciplinamiento. Defender esta concepción de la educación es de vital importancia”.