24/06/2014 - 03:03hs
La alimentación es uno de los factores claves para que los niños puedan desenvolverse correctamente en la escuela. Claves para comprender esta problemática
A nadie le cabe ninguna duda: un chico mal alimentado tendrá serios trastornos en todos los aspectos de su vida, incluso en el aprendizaje. Sin embargo, aunque esta afirmación sea repetida hasta el cansancio, no todos conocen hasta qué punto la mala nutrición determinará el futuro de los más pequeños.
En diálogo con Hoy, el nutricionista y director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía en la Alimentación (Cepea), Sergio Britos, afirmó que “las consecuencias de una mala alimentación durante la primera infancia y la edad escolar son realmente muy profundas y pueden marcar el destino de una persona”.
Diferentes etapas
Para explicar cómo incide la mala alimentación en el proceso de aprendizaje, Britos afirmó que se deben realizar tres distinciones: en primer lugar, lo que sucede con los niños durante los dos primeros años de vida; en segundo lugar, las consecuencias durante la etapa escolar; y, finalmente, las dificultades que aparecen cuando este problema es crónico.
“En los primeros meses, la nutrición juega un rol fundamental porque prepara las condiciones de la educación del chico a futuro”, afirmó el experto.
Por esto, si durante esta etapa los niños sufren anemia, probablemente cuando ingresen al jardín o a la escuela tengan más dificultades que sus compañeros. “En este momento, las consecuencias de la anemia son muy complejas y, aunque no es imposible, son muy difíciles de revertir”, agregó Britos.
Por otro lado, cuando se trata de mala alimentación en edad escolar las consecuencias se ven en el rendimiento ya que “el chico que, por ejemplo, no desayune o lo haga pobremente, tendrá más dificultades para prestar atención o con la memoria a corto plazo. Fundamentalmente, en estos casos hay un déficit en la capacidad de abstracción, lo cual atenta contra la posibilidad de resolver problemas abstractos como los matemáticos”, ilustró Britos.
Finalmente, el especialista se refirió a los casos más extremos: cuando la mala alimentación es crónica: “Los chicos que están en esta situación tienen todo su organismo afectado. Aquí, el problema es realmente muy grave y debe abarcarse desde muchas áreas”, explicó.
Vitamina D: ¿el secreto de la longevidad?
La Vitamina D (la que genera el propio cuerpo cuando nos exponemos al sol) es un tema de discusión en la medicina: mientras que algunos insisten en su capacidad regeneradora de células, otros insisten en que nada tiene que ver con la longevidad. Sin embargo, un nuevo trabajo llevado adelante por el Centro Alemán de Investigación sobre el Cáncer de Heidelberg (Alemania) volvió a subrayar los efectos positivos de su consumo.
Los investigadores recolectaron ocho estudios de Estados Unidos y Europa y analizaron, en conjunto, todos los resultados. Según pudieron comprobar, aquellas personas que tenían bajos los niveles de Vitamina D tenían 1,5 veces más probabilidades de morir a causa de enfermedades cardíacas.
Según los autores del trabajo, este experimento sienta las bases para continuar con investigaciones más profundas para que en el futuro se pueda determinar con certeza si existe dicho vínculo.
Hierro para mejorar el rendimiento físico
La Organización Mundial de la Salud informó que, a nivel mundial, una de cada cuatro mujeres en edad fértil tiene deficiencia de hierro o anemia y advirtió que esta carencia se evidencia aún más en aquellas que se dedican a hacer deportes.
Por este motivo, un grupo de investigadores publicaron una investigación en la que insistieron que las mujeres que toman suplementos de hierro mejoran su rendimiento al máximo en el ejercicio. Además, estos complementos ayudan la respiración y a que el trasporte de oxígeno sea más eficiente en todo el organismo.