Conflicto en el subte

Pobres contra pobres

El conflicto en torno al subte logró el cometido de Cambiemos: la confrontación entre trabajadores. Policías, quienes cobran por debajo de la línea de la pobreza; metrodelegados, que defienden a sus compañeros por un trabajo digno; y miles de usuarios, que dependen de este servicio

Los trabajadores de las líneas E y H llevaban adelante ayer una jornada de protesta cuando un descomunal operativo policial fue montado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, en la estación Las Heras. Las fuerzas de seguridad no sólo reprimieron, sino que detuvieron a varios trabajadores, entre ellos a Néstor Segovia, Secretario Adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetros (AGTSyP). 

El dirigente, junto a los otros aprehendidos, fueron llevados a la comisaría n°30 de Barracas. Gremialistas y organizaciones sociales se acercaron al lugar pero, tras la llegada de la Policía, se registraron incidentes. 

Tras la represión, los trabajadores decretaron un paro absoluto por tiempo indeterminado. “No va a andar ni un sólo subte. Hasta que no liberen a los compañeros vamos a parar toda la red. Esto es producto de Rodríguez Larreta. Él quería que paremos, que afectemos a los usuarios, vinieron a reprimir a nuestros compañeros", aseguró Roberto Pianelli, secretario de la AGTSyP.  El gobierno porteño, haciendo oídos sordos al reclamo, amenazó con descuentos, suspensiones y despidos. 

Los trabajadores fueron acusados de atentado y de resistencia a la autoridad. Pasadas las 21 horas, siete de los ocho detenidos quedaron liberados (solo permanecía el líder Segovia). Ya al cierre de esta edición, la medida de fuerza se mantenía en pie. 

El paro total implica que la ciudad de Buenos Aires sea hoy algo así como un infierno para todos los trabajadores, tanto porteños como platenses, quienes utilizan ese medio de transporte y, al fin de cuentas, son las víctimas de una pulseada política y sindical.

Nuevamente, el gobierno de Cambiemos atenta contra el derecho de protestar y hacer huelga de los trabajadores, amparado en el artículo 14 de la Constitución Nacional, quienes desde hace cinco semanas orquestan un plan de lucha contra la paritaria firmada por  Metrovías y el sindicato UTA.