Una vecina platense contó a diario Hoy la experiencia de haber dado a luz a su hijo en medio de la pandemia del coronavirus.
19/05/2020 - 00:00hs
La experiencia de convertirse en madre está generalmente plagada de dudas y temores. Pero si a eso se le suma la presencia de una pandemia, puede llegar a transformarse en una vivencia emocional sin precedentes.
Valeria Chueco proyectó algunas cuestiones, pero terminó por adaptarse a la realidad que se le impuso. No tuvo el babyshower soñado para compartir con sus allegados los últimos días del embarazo. Tampoco consiguió completar el bolso del bebé porque los comercios cerraron. Y la obra que había iniciado en su casa, se frenó. La llegada del niño la sorprendió cumpliendo la cuarentena en lo de sus padres, junto a Carlos, su marido.
“Ciertamente no fue fácil. Tuve muchos sentimientos encontrados: miedo, ansiedad y alegría. Sin embargo, lo veo a él y siento que todo valió la pena”, afirmó.
Marcos Alejandro Castrosin llegó al mundo el sábado 9 de mayo a las 14.35, con poco más de tres kilos. Mediante parto natural, nació en el Instituto Médico Platense (IMP), el día número 51 del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno Nacional.
La mamá de Marcos habló de los temores asociados a la pandemia y dijo: “Nuestro mayor miedo fue la fiebre. Sabíamos que, si mi marido o yo presentábamos temperatura, nos iban a aislar y a separar del bebé”.
Si bien la familia no pudo recibir visitas dentro del hospital por el protocolo de seguridad que así lo establece, Carlos estuvo en el momento del parto. “Está permitido que las mujeres ingresen con un acompañante a la sala de partos o al quirófano. No obstante, hoy, más que nunca, pedimos respeto y sinceridad. Si hubiera algún síntoma o sospecha de infección por Covid-19 es vital que lo expresen”, enfatizó la licenciada en Obstetricia, Marcela Solari.
Aunque hasta el momento no se conocen casos de transmisión vía placentaria, los profesionales insisten con la responsabilidad de los pacientes para reducir el contagio por coronavirus. “El parto natural es más contaminante que la cesárea, porque cuando la mujer puja puede esparcir microgotas en el ambiente generando una contaminación. Por eso, es necesario actuar y utilizar la protección como si fuera un caso positivo”, explicó la ginecóloga y obstetra Marianela Stechina.
A pesar del contexto, la familia Castrosin venció los miedos gracias al apoyo del equipo médico y de los seres queridos que estuvieron a través de videollamadas. “Escuché el primer llanto de Marcos por el celular de mi cuñado y en la noche del sábado 9 lo conocí por Zoom”, contó Silvina Chueco, la tía y madrina del bebé.
No solo los pacientes extrañan a sus familiares, los médicos también experimentan la falta de contacto. En este sentido, Stechina comentó: “Llevo quince años acostumbrada a abrazar a las mujeres que dan a luz, y a felicitar y saludar a los acompañantes. Para nosotros también es una nueva anormalidad a la que tendremos que habituarnos”.
Valeria volvió junto a su hijo y a su esposo a vivir a lo de sus padres. Entre los cuatro, con mucho amor y trabajo, construyen
diariamente una fortaleza para proteger a Marcos de un mundo que colapsó poco antes de su llegada.