13/12/2014 - 07:15hs
El Papa Francisco celebró el día de la Virgen de Guadalupe, patrona de América latina, con una misa solemne en la Basílica de San Pedro. La obra de Ariel Ramírez acompañó la celebración y la cantante argentina se lució con su voz
Patricia Sosa, Facundo Ramírez, hijo del compositor, además de un grupo de músicos argentinos y del coro romano Música Nuova, protagonizaron ayer, en el Vaticano un histórico acontecimiento. Este 2014, la Misa Criolla cumplió 50 años y sonó frente al primer Papa Latinoamericano. "Cuando escuché por primera vez la Misa Criolla era estudiante. Me gustó mucho el Cordero de Dios, que es de una belleza impresionante. De lo que no nunca me olvido es de que la escuché cantada por Mercedes Sosa", confesó el Papa Francisco.
Fue una celebración religiosa de enorme emoción, ya que mientras nuestro Papa oficiaba la misa, durante el rosario se interpretaron los dos villancicos de Gloria a Dios. Por primera vez, se realizó dentro de la basílica de San Pedro, debajo del Baldaquino de Gian Lorenzo Bernini, lo que hizo aún más deslumbrante la ejecución.
A las 14:05de ayer, hora argentina, sonó el piano, el bombo y acompañó el coro. Entonces Patricia Sosa emocionó con su interpretación del Gloria, la pieza más célebre de la Misa Criolla en la Basílica de San Pedro, frente al Papa Franciso. La mítica composición de Ariel Ramírez, que cumplió 5 décadas, fue el himno elegido para la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, un himno folclórico y religioso en una celebración profundamente latinoamericana, que hasta lució la bandera de los pueblos originarios.
Masiva presencia argentina
"Señor ten piedad de nosotros", arrancó la cantante argentina, con su voz firme, poderosa, y enfundada en un vestido azul (diseño de Roberto Piazza) a tono con el coro y con el protocolo. Se la vio disfrutando el momento, único, en una iglesia repleta, con mayoría de sacerdotes latinoamericanos que viven o estudian en Roma, y cinco cardenales del continente americano y una nutrida comitiva argentina, entre quienes estuvieron Eduardo Valdés, el nuevo embajador argentino ante la Santa Sede y Teresa Parodi, la ministra de Cultura, entre otros.
"Son los pueblos y naciones de nuestra patria grande latinoamericana, los que hoy conmemoran la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe", dijo el Papa. Ya había sonado el charango, y el grito de "gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres". Y La Misa Criolla se fue intercalando con las oraciones de la ceremonia, en español, portugués e inglés.
Una ceremonia solemne y a la vez íntima. Matizada por la historia de esta composición, que Ariel Ramírez presentó allí mismo en el papado de Pablo VI. Matizada también por las declaraciones previas de Francisco. "Los himnos en español, acompañados por instrumentos criollos, son un paso importante para el desarrollo de la iglesia en Latinoamérica", dijo. Y también bromeó cuando saludó a Patricia Sosa y a Facundo Ramírez, hijo del compositor, quien contó que el Papa le dijo que su padre era un grande y un místico. "¿Van a tocar o van a desafinar?", les había preguntado, fiel a su estilo.