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23/03/2017 - 04:00hs
La aplicación de un fármaco en forma de spray reduciría los efectos secundarios de la enfermedad y atacaría con mayor eficacia las células patógenas
El uso de cápsulas microscópicas inteligentes (nanocápsulas), capaces de reconocer y aplicar directamente fármacos a las células tumorales, podría revolucionar los tratamientos contra el cáncer. El procedimiento, no tóxico y alternativo a la quimioterapia, fue probado con éxito por científicos de la Universidad de Salamanca (USAL), España, según informaron desde esa casa de altos estudios.
El desarrollo consiste en “un aerosol que funciona como un inhalador convencional e incluye un vehículo inteligente (la nanocápsula microscópica) capaz de reconocer únicamente las células tumorales. Así, minimiza los efectos tóxicos y no genera ninguna reacción adversa en contacto con el tejido pulmonar”.
La ingeniera química Eva Martín del Valle, responsable de la investigación, manifestó que el objetivo es “disminuir la cantidad de fármaco empleado para que llegue de forma específica”. Eso “reducirá la toxicidad y aumentará la eficacia”, en comparación con el actual tratamiento más utilizado, la quimioterapia, explicó.
“Las células tumorales tienen una fotografía distinta de las sanas. Esa diferencia es lo que aprovechamos y, al final, el anticuerpo entra en ella como una llave en una cerradura”, describió la científica para simplificar el proceso. Otra ventaja de esta terapia es que se aplicaría como un inhalador convencional. “Tratamos de abolir la dependencia del paciente, que está dos horas sometido al tratamiento en una sala, mientras le suministran la quimioterapia”, sostuvo Martín del Valle.
La científica detalló que en dos años, “o quizá menos”, podrían empezar a realizarse los ensayos en ratones. “Siempre hay un salto tremendamente grande entre los ensayos in vitro, que son en dos dimensiones, en una lámina plana, frente a la experimentación in vivo. No hay nada en medio. Y ahí es donde estamos, tratando de desarrollar tumores en tres dimensiones, ver cómo crecen y validar lo que estamos desarrollando”, sostuvo.
Para ello, el equipo de investigación se encuentra utilizando impresoras 3D y diseñando unos compartimentos que permiten la adaptación y el crecimiento de las células tumorales. “Esto nos va a permitir que el diseño en animales sea muy reducido, que lo hagamos con seguridad y no tengamos que utilizar muchos grupos de ratones para contrastar el potencial tratamiento antes de pasar a las etapas clínicas”, concluyó la catedrática.