San Carlos, un barrio movilizado por una profesora de inglés

Paola Roxana Alexandra trabaja como profesora de inglés y, como suele ocurrir todas las tardes, regresa a su casa para compartir unos mates con Jorge Rusconi, su compañero de vida. Sin embargo, en las inmediaciones de la calle 135 y 37, dos sujetos la atacaron. En un principio se trató de un robo más, en el que los vecinos se resignan a tener que conformarse con que no lastimaron gravemente a la víctima. No obstante, con el correr de las horas, la indignación y la impotencia fue ganando en la familia de la profesora: el faltante de carpetas con herramientas pedagógicas que utiliza para darle clases a sus alumnos, sumado a un libreto para ensayar una obra de teatro y libros de idioma especializados, provocaron un trastorno mayor para el trabajo que realiza la docente para generar los ingresos de su familia.

Más allá de tratarse otro hecho más de violencia, en el barrio los vecinos alzaron la voz e iniciaron una red de pedidos a través de WhatsApp y redes sociales para recuperar las herramientas de trabajo de la docente.

“Se trata de una carpeta con elementos pedagógicos para darle clases a los chicos que estudian inglés. Libros temáticos de aprendizaje del idioma y otros objetos que están personalizados y que no tienen un valor material, pero resultan de utilidad para que la docente pueda trabajar”, relató Rusconi. Por lo ocurrido se puso a disposición el teléfono de contacto 221 506 79 49.

“Había notas y exámenes de los alumnos también. Y hasta el libreto de una obra de teatro que estaban ensayando. En el medio de la toda la impotencia, lo que pretendemos como familia es recuperar los elementos de trabajo que llevarían mucho tiempo poder organizar y armar de nuevo”, expresó uno de los familiares directos de la víctima.

Esta no es la primera vez que mujeres solas que regresan a sus casas luego de realizar una actividad laboral son abordadas por delincuentes o jóvenes impunes en los barrios de La Plata. Hace una semana ocurrió algo parecido en la zona de Barrio Aeropuerto, en donde algunas personas se resistieron a un robo.

En Los Hornos, por ejemplo, otras mujeres lograron sobreponerse a las intimidaciones que recibieron por parte de un grupo de personas cerca de la denominada “toma”.

Lo mismo ocurrió la semana pasada en el Nuevo Mercadito, cuando la mamá de un joven discapacitado tuvo que soportar perder la garrafa para calefaccionar su hogar en 117 y 517, además de sufrir la pérdida de una computadora que su hijo usaba para relacionarse y tratar de conseguir una mejor calidad de vida.